Opinión

El Rincón de Paco Teva… SAN JOSÉ

Hemos podido «disfrutar», cada uno en la medida de sus gustos y apetencias, de un invierno parecido a los de antaño, y eso que había «oráculos», que decían que esos tiempos, ya, no se volverían a repetir; sin embargo, todo lo contrario: lluvias abundantes, vientos, heladas, nieves (yo, hacía bastantes años que no veía nevar en mi pueblo) y días de mucho frío. Días de fuego en la chimenea, brasero o calefacción, frotarse las manos y decir: ¡qué buen tiempo, esto si es un invierno y no las benignidades de otros años!. Bueno, parece que esta etapa va pasando y, como se dice en mi pueblo, barruntamos que SAN JOSÉ y la PRIMAVERA están muy próximos y todo va a cambiar, todo será diferente.

San José lo tenemos a la vuelta de la esquina. Para los católicos es muy entrañable este día de San José de Nazaret, padre adoptivo de Jesús y hombre prudente y de virtudes acrisoladas. Lo consideran en las escrituras como JUSTO, que implica su fidelidad a la ley y su santidad. Cuidó con plenitud de espíritu a su hijo Jesús hasta la edad de treinta años, «vida privada» y comienzo de su «vida pública». La Iglesia lo muestra como modelo de padre e intenta que imitemos sus virtudes. De hecho esta fecha es señalada como EL DÍA DEL PADRE, aunque no con las connotaciones que esta sociedad consumista le asimila (regalos, compras…), sino, más bien, para rendir un merecido homenaje al padre, al padre amoroso y sacrificado que, para la mayoría, ha sido la brújula, que ha ido guiando nuestros pasos hasta nuestro despegue definitivo en la vida.

La figura de José fue contemplada y admirada por diversos «PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA» y es, hoy, objeto de estudio de una rama particular de la Teología, la JOSEFOLOGÍA. La exhortación apostólica «Redemptoris custos», escrita por Juan Pablo II y publicada el 15 de agosto de 1989, es considerada la carta magna de la Teología de San José.

A un día de la festividad de San José, tenemos la entrada de la PRIMAVERA. De todos es conocido que la Primavera es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas y una de las dos estaciones de la zona intertropical, la transición entre el invierno y el verano. El término «prima» proviene de (primer ) y «vera» de (verdor) y, efectivamente, parece un milagro cómo el campo se tiñe de verde, ese verde que nos embriaga la vista y los sentidos. Astronómicamente, esta estación comienza con el «equinoccio» de primavera (el día y la noche tienen la misma duración), entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio norte, y entre el 22 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur, y termina con el solsticio de verano (el día y la noche tienen sus máximas diferencias), alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y 21 de diciembre en el hemisferio sur. En la zona intertropical del hemisferio norte comienza el 21 de marzo hasta 23 de septiembre. En la zona intertropical del hemisferio sur va desde el 23 de septiembre al 21 de marzo. En literatura, en sentido figurado, la primavera representa la juventud, la fuerza, la pasión, el empuje…..

Es la primavera una estación mágica, que lleva, como elementos añadidos, una serie de cuadros y elementos estéticos a los que no nos podemos negar, pues el colorido, la luz, el sol, la eclosión de vida, y la musa de los poetas resultan incuestionables. En la primavera muchas sensaciones se expanden y llegan a inundar a las personas en sus constantes vitales. Como decía Don Antonio Machado, se palpa: «La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido». Disfrutemos de SAN JOSÈ y de la PRIMAVERA y nada mejor que con un agradable «tiempo» y una mejor temperatura, que nos permita vivir sin cortedades todas las Fiestas, que se aproximan.

Os invito a soñar (si así lo consideráis) con un poema, que se titula:

SONETO A LA PRIMAVERA

Los pájaros con trinos renovados
han hurgado mi memoria dormida;
mis ojos, ávidos de nueva vida,
despiertan de los sueños invernados.

Renacen sentimientos olvidados
en la penumbra eterna, consentida,
que afloraron de mi alma revivida
en busca de rebrotes impensados.

Cuántas flores embriagan con su olor.
Qué hermosos los azules resplandores.
Sublime regalo, exquisita magia.

Eclosión cromática: luz, color.
Primaveral tejido de primores
para borrar el gris de la nostalgia.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



¿DÓNDE ESTÁS, RAFAEL?… Lara de Tucci

Lara de Tucci | Todos los feligreses que estos días acuden a la Parroquia de Santa Marta han echado de menos la sosegada y apacible figura tuya, Rafael. Paseaban sus miradas por los diferentes altares y capillas de la iglesia y no daban contigo.

Antes, acostumbrados ellos a verte durante años, tenían por un caso absolutamente normal que estuvieras por allí, siempre observando y activo -aunque pareciera que no hacías nada-: alineando algún banco movido, centrando los candelabros, limpiando el polvo de algún altar, colocando la propaganda en la puerta de entrada, reponiendo velas, extendiendo partidas en el despacho parroquial e, igualmente, proclamando las lecturas sagradas desde el ambón en casi todos los actos litúrgicos.

Te veían, pero, tomando tu presencia por rutina, no apreciaban lo suficientemente tu dedicación al servicio parroquial. Ellos, los feligreses, iban a la citada Parroquia a lo suyo: a sus plegarias, los martes, ante las imágenes de sus devociones particulares; a cumplir con funerales y con otros sacramentos de los que se imparten a familiares y amigos, o, también, a asistir, por las mismas razones de fe a las Eucaristías y a los otros cultos que se organizan a requerimiento de las Cofradías.

Nadie se fijaba mucho en ti, como digo, por la constante continuidad de tu presencia. Pero ahora sí; ahora todo el mundo comprueba que no estás, te echan de menos, como dije antes. En la novena de este año de San Juan de Dios, un Santo por cuyo culto te desvivías muy especialmente, la feligresía notaba que faltabas -¿adónde has ido, Rafael?- y que no estabas en la sacristía tampoco. Porque no es que te retrasaras, que llegaras tarde a la cita religiosa; es que concluía un día y otro también la función sacra de la novena, y tú sin aparecer por la iglesia.

Y en los quinarios de estos días de Cuaresma está pasando otro tanto de lo mismo, Rafael. Siempre presente más de medio siglo en el del Cristo de la Fe y del Consuelo. Siempre presente, también desde tiempo inmemorial, en los actos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores; cuyos rostros, de sagradas imágenes, te tienen que ser tan familiares. Tan familiares como la cara de San Juan Evangelista, el discípulo amado del Maestro, y la de María Magdalena; cuya Cofradía viste nacer, organizarse y desarrollarse para enriquecimiento de nuestra Semana Santa. Y presente igualmente en las mismas procesiones de tales figuras sagradas. Siempre presente, pero ahora faltando con la misma asiduidad con la que acudías a tu trabajo y a expresar tus propias devociones.

Y, claro, todos los fieles devotos, tras estas ausencias tuyas en plena Cuaresma, tiempo litúrgico de tu más comprometida entrega y tiempo tan apropiado para vivir la fe, se interrogan al no verte en la parroquia. La Parroquia de Santa Marta, en la que has estado desde siempre; desde que empezaste con don Martín, vistiendo tú entonces el traje talar y el sobrepelliz o roquete, preceptivos para acceder al presbiterio hasta bien pasados los años postconciliares.

Preguntan y preguntan los fieles por ti, Rafael; aunque no lo hacen abiertamente. Como si estuvieran temerosos de recibir una respuesta que no quieren oír por nada del mundo. Y eso que, por la fe que todos ellos profesan -esa fe que muchos propician que también esté en crisis por sus equivocadas actitudes-, saben muy bien que tras el tiempo litúrgico de Pasión, tiempo en el que los cirios apenas se mantienen encendidos -pabilos temblorosos- por los sufrimientos de Nuestro Señor y por los dolores de Nuestra Señora, madre tuya y madre nuestra; por esa fe que digo, están al corriente de que tras la Cuaresma y la Pasión vienen los días de Gloria.

Pero ¿dónde estás, Rafael, ya sin sotana ni sobrepelliz, pero con el alba y el cíngulo que la nueva generación de cofrades y fieles notaban que vestías en las celebraciones y procesiones? Conociendo tu celo eclesial y tu apego a los diferentes actos religiosos de la catolicidad, yo, personalmente, creo que te has ido a un lugar mejor, donde todo eso lo gozarás más profunda y esencialmente.

Has dejado la Cuaresma y la Pasión de este mundo, cuyas celebraciones tantas veces viviste entre candelabros, casullas, estolas y leccionarios, y te has ido a vivir esencias de Gloria a la luz del cirio pascual; luz de Cristo, Luz que no mengua ni se extingue. Luz que posibilita ver cara a cara realmente las figuras celestiales; las que tú conociste en tallas de madera en tu Parroquia de Santa Marta. Sí, Rafael; te has ido a ver realmente a Jesucristo, al que tratabas en tu trabajo parroquial con las advocaciones, como he dicho antes, de Nuestro Padre Jesús Nazareno y del Cristo de la Fe y del Consuelo. Y a ver, con la misma realidad que tenía en este mundo, a la Virgen de los Dolores. Y a ver a Santa Marta y a San Juan de Dios en sus respectivos y comunes estados de bienaventuranza espiritual. Por eso te has ido de aquí, Rafael.



ARTE MARTEÑO EN MÉJICO… Lara de Tucci

Lara de Tucci | Cada vez que algún marteño destaca fuera de la localidad llevando el nombre del lugar que le vio nacer por lugares que se encuentran lejos de la Peña, si yo estoy al tanto de ello, me complazco en dar la noticia de la única manera que sé: escribiendo acerca del personaje y, también, sobre la labor que le lleva a destacar en el desarrollo de sus cualidades; gracias a las cuales, Martos sobresale en positivos valores en otras esferas donde quizá nadie nos conocía.

He dicho antes que me complace resaltar a personas así, y es que, al alcanzar Martos renombre por cualquier motivo -y ¡ojalá que sean siempre motivos para felicitarse!-, creo que la entera marteñía nos beneficiamos con ello. Yo, desde luego, en el plano personal, me siento beneficiado si a Martos se le reconoce por el sobresaliente quehacer de alguno de sus ciudadanos.

Refiero esto porque he sabido recientemente que al pintor marteño, José Domínguez se le va a hacer un homenaje en Méjico, concretamente en el Estado de Sinaloa de aquel país hermano. Un homenaje en el que la Dirección del Archivo Histórico General del citado estado le distingue “en virtud de su fructífera carrera artística, su trayectoria como pintor y su gran productividad con los pinceles durante años”.

Pero la distinción mejicana, placa incluida, tiene un premio añadido de gran consideración para José Domínguez: se le invita también a exponer una muestra de sus cuadros en la Sala de Exposiciones Temporales del antes citado Archivo Histórico. Que, según tengo entendido, se inaugurará en un acto académico el jueves 18 de abril, y cuya clausura será el 15 de mayo. Dando yo casi por seguro que nuestro pintor, al aceptar la distinción azteca, aceptará igualmente llevar sus lienzos a aquellas tierras, antes conocidas como Nueva España. Donde pocos pintores europeos contemporáneos nuestros han tenido la oportunidad de ver sus obras colgadas para admiración de los asistentes a eventos de esta naturaleza.

Anteriormente, ya he escrito algo sobre José Domínguez en otros medios, incluso aquí, en MARTOS AL DÍA, que tan extraordinaria labor informativa y cultural viene realizando; cubriendo unos espacios que los curiosos lectores le sabrán agradecer. En este periódico digital y en algún otro medio, el pintor marteño ha aparecido en artículos míos; donde resaltaba no sólo sus distinciones y reconocimientos curriculares en España y fuera de nuestras fronteras, como, por ejemplo, en Francia y en Italia; países en los que existe un gran conocimiento del arte pictórico, como sabemos por los artistas consagrados que han dado y por la gran cantidad de críticos en esta materia que nos han acercado substanciosas referencias captadas por sus impresiones profesionales; críticos y entendidos de esos que nunca aceptan que se les dé gato por liebre en las exposiciones museísticas.

De la misma manera que he escrito sobre los premios recibidos por José Domínguez, también he citado las publicaciones y catálogos donde ha aparecido. Como, por ejemplo, el libro titulado “Aproximación a las Artes Plásticas en el umbral del siglo XXI”, editado por el Museo Provincial de Jaén. Pero, mayormente, me he referido en mis artículos, casi de una manera generalizada y con placer, ya que me encanta, al principal de los rasgos que lo caracterizan: la luminosidad meridional que sale de su paleta a través de sus pinceles, sabiamente instrumentalizados por el artista; hasta el punto de crear líneas divisorias para que las sombras, dominadas de la misma manera con su arte, no traspasen los límites que su maestría tiene a bien señalar para que la luz y la oscuridad no se mezclen compartiendo el espacio de un mismo lienzo.

Concluyo diciendo que tan solo en los cuadros donde la naturaleza vegetal juega con los rayos solares tamizando la claridad que éstos proyectan en los rincones ajardinados o campestres es donde las luces y sombras se hacen compañeras para entresacar adecuados matices de los colores que se mezclan. Es como si José Domínguez descorriera así los velos de unas superficies planas y las hiciera aparecer como tridimensionales para recreo de quienes ven sus obras y para recreo también esta primavera de los aficionados a la pintura de Sinaloa, en Méjico.



Desde la llanuras…CUESTIÓN DE FÉ

Cuando la unión no hace la fuerza, la cosa resultante puede ser un esperpento de proporciones dantescas.

Heme aquí, (vetusta expresión para referirme a algo que debería ser el futuro más próximo) a medio camino, entre la indignación, la resignación y el asombro. El tiempo, el devenir de los acontecimientos y el recuerdo de aquél sabio camarero, que me servía un combinado en un pub de moda de Bailén, todos los viernes después de mi jornada laboral, han contribuido a la debacle de la fe que desde hace años he profesado. El europeísmo. Tal vez una utopía, o tal vez una necesidad obligada para adaptar nuestra trágica historia común, esos proyectos que desde hace siglos han sido anhelos de grandes imperios y déspotas dictadores, a un realidad que devuelva la importancia en el escenario mundial, que la vieja Europa merece, ante tanta potencia emergente o consolidada.

Un europeísta convencido, dudando de sus maltrechas creencias, solo es el resultado de muchos desengaños encadenados.
Todavía siento la emoción de aquel 1 de enero de 2002, cuando retiré de un cajero los nuevos y flamantes billetes, porque necesitaba pagar el chocolate con churros obligado, con la moneda del progreso. Una moneda que parecía consolidar el sueño de aquella sociedad, que una vez analizados los desastres de la II Guerra Mundial, sembró de una manera seria, la idea de una unión política, económica y social, capaz de superar sus escasas diferencias culturales (que las hay, y es necesario preservar) para construir un espacio común, donde desarrollar esa manera tan definida que tiene todo europeo, en la forma de entender el mundo. De unir legalmente, de alguna manera, esas raíces comunes que nos unen a través de una historia compartida, donde lo místico se mezcla con lo terrenal. (Sírvanse los curiosos lectores por investigar el origen de la bandera europea).
Hacía tan solo tres meses, que regresé de mi primera experiencia europea, y recorrer parte de Francia y Bélgica, solo reafirmó mi idea, de que con la nueva moneda, se estaba dando un paso importante para la constitución de, llamémosle, algo parecido a una unión.

¡Nunca saldremos de nuestro poblado mental!, me decía ese sabio camarero. Creo que se llamaba Juanma y se fue a Santander al poco tiempo a probar suerte con los negocios. Como cada viernes, discutíamos sobre la actualidad amparados en la quietud y el sosiego de ese local a esas horas de la tarde. Se acercaban otras elecciones europeas, correría el año 2004, y los dos habíamos visitado Italia, algunos meses antes. Era mayor que yo, y por ende más sabio. Para mí, era la primera vez que podría votar al Parlamento Europeo, pero mi camarero favorito ya me dejó claro, que no servía para nada. Que los diferentes políticos de cada país de Europa, nunca tendrían la altura de miras suficiente, como para pensar en una unión sólida, más allá de la moneda única. Pensaba que esos políticos solo eran aparcados allí, por los partidos de cada país, por motivos internos y técnicos. Pensaba que el Euro, solo nos traería problemas, pues mientras no hubiera un gobierno autónomo y con políticas fiscales de mínimos para todos, solo reinaría la desigualdad. Era su opinión, respetable claro está, pero no la mía.

Yo voté en 2004 y voté en 2009, y lo volveré a hacer en 2014, aún sabiendo que todavía nadie entiende para que sirve. Aunque me pregunte, para que pagamos una estructura que nadie sabe en que está trabajando. Cuestión de fe, que le vamos a hacer.

Los problemas de Europa, siguen siendo asunto de Merkel, de Rajoy, de Hollande, y del presidente o primer ministro que tenga Estonia. El Banco Central Europeo, no rinde cuentas ante ningún Parlamento Europeo. Y lógicamente así nos va, con los intereses nacionalistas, por encima de los generales. Si lo de Cataluña es un absurdo en estos tiempos, en mi humilde opinión esto es algo parecido.
Que la Política Agrícola Común, sea el logro más significativo de esta Unión Europea, con la concesión de subvenciones a diestro y siniestro a las familias más importantes de Europa sin importar la producción, ya es un hecho suficiente, para alentar al desengaño que he sufrido con el tiempo.

La verdad, es que mirando los acontecimientos con frialdad, todo lo hemos hecho mal. Se ha comprobado, que no es posible mantener un espacio económico unido, si el medio de pago, aunque se llame igual, no tiene el mismo valor, en un lugar que en otro. La entrada de países, unos al Euro, otros a la Unión Europea ha sido un caos en los últimos años. Se han incorporado países sin limitación, cumpliendo unos requisitos demasiados livianos y dando lugar a unas desigualdades fiscales, laborales y sociales, inconcebibles en algo que quiera llamarse unión.
El mapa de Europa es fiel reflejo del desastre. Una Unión Europea, que no se sabe si está completa o va a aceptar a nuevos miembros originarios de los Balcanes, con unos países miembros del Euro, otros no y otros llamando a la puerta, con políticas fiscales y laborales, que ya de entrada se podrían calificar como competencia desleal y con una isla paradisiaca fiscalmente hablando en el centro, llamada Suiza.
Un último ejemplo, es la reciente »tasa tobin» en 11 países de la Unión Europea, entre ellos España. Un impuesto que pretende gravar las transacciones financieras y recaudar una cantidad importante de dinero, pero olvidando un pequeño detalle. La facilidad que tienen las empresas de intermediación financiera, (las principales afectadas), para deslocalizar sus oficinas, hacía otros países miembros, que no se han sumado a la iniciativa.

En estos años de desengaño progresivo, he vuelto alguna vez a pasear por cierta zona europea, y he tenido la misma sensación. No somos tan diferentes. Una unión más efectiva es posible. Pero cada vez se requiere más fe. Una creencia que se convierte en ciega, cuando tu vecino se ha visto afectado en primera persona por las sinrazones enquistadas en estas instituciones.

El desastre, para la ciudad de Martos, de la deslocalización de la fábrica que Eldon mantenía en nuestra localidad, es otro episodio de este experimento, que no termina de cuajar. La decisión de la empresa, respaldada por la reciente reforma laboral, en su punto más siniestro, aquel que permite acogerse a un ERE a toda empresa que reduzca progresivamente sus beneficios, ha dejado a decenas de familias en una situación emocional muy complicada. Aquellos que la sufrimos desde hace tiempo, podemos asegurar lo frustrante que resulta encontrar un empleo que demandan cientos o miles de personas al mismo tiempo. Lo frustrante que es buscar salidas y solo encontrarte con trabas. Lo frustrante que es tener ilusiones, esperanzas o deseos y solo recibir bofetadas. Por eso, es obligado solidarizarse con estas personas.

Víctimas de un despropósito mayúsculo. De una Unión Europea que permite esas diferencias laborales y fiscales, entre unos países miembros y otros. Porque una empresa puede elegir establecerse en Asía, con la consecuente adaptación de sus métodos de trabajo a aquella cultura o cerca de los peligrosos juegos nucleares de Corea del Norte, puede elegir establecerse en América del Sur, con la constante amenaza de ser expropiados, puede decidir hacerlo en África, en India o en Qatar, bajo la presión de sufrir un ataque terrorista y la inestabilidad social del lugar, pero que puedan establecerse en países miembros de la Unión Europea, como Rumanía que aunque aún no forma parte de la moneda única, está a la espera, aprovechándose de unas instituciones estables y unas garantías jurídicas bien definidas, por no existir unas normas fiscales y laborales mínimas comunes para todos los países, es increíble.

Desconozco, hasta que punto nuestros representantes políticos locales y regionales pueden evitar que esto se produzca, pero mientras tanto, a nosotros solo nos queda hacer ruido, aunque parezca que no sirva para nada, hacer mucho ruido. Firmar las hojas disponibles en muchos comercios de la ciudad, acudir a cada acto en apoyo a los trabajadores o firmar la petición en la plataforma ciudadana change.org

En cierto modo, esto también es cuestión de fe. Aunque haya gente que, como ese sabio camarero escéptico con Europa, piense que no merece la pena.

Emilio Almodóvar



CARNAVAL DE IDA Y VUELTA… Lara de Tucci

Lara de Tucci | En el inicio de la Cuaresma, de nuevo nos encontramos inmersos en otro “carnaval”; distinto, eso sí, del que hemos dejado atrás hace tres días escasos, camuflados durante setenta y dos horas en apariencias inusuales y camufladas las maneras de pensar y los mismos caracteres bajo los más variados disfraces.

Todo, como queriendo decir, al tiempo que la diversión se alargaba hasta el cansancio, que otras formas de vida pueden tener lugar en los individuales modos de entender la existencia humana. Sirviendo los disfraces para engañar y confundir a los demás con identidades extrañas, y que son, en ocasiones, menos carnavalescas que aquellas que identifican realmente a los que hacen uso de la mascara e, incluso, identifican a cuantos se entusiasman con ver los desfiles por calles y plazas.

Apariencias inusuales que se adoptan reagrupados en pasacalles, murgas y charangas, y que, armados de burla los intervinientes, hasta se someten a dictámenes de jurados que calificarán los diferentes aspectos festivos y aliñados de argucias que se montan para no caer en la cuenta de que la mayoría de los miembros de la sociedad se desenvuelven, durante los trescientos sesenta y cinco días del año, en un continuo torbellino de acondicionamiento artificial; alimentado y sostenido por caprichos y vanidades, y tal vez propiciado por líderes figurones; por unos personajes bien conocidos de todos y que a casi todos embaucan, muchas veces con una facilidad que ni ellos mismos, en el ejercicio de sus habilidades instrumentalizadoras, se proponen.

Todas las capitales españolas, aunque con diferenciación de modos y costumbres, han vibrado en sus respectivas vías urbanas con la puesta en escena de populares y polifacéticas parodias interpretadas por máscaras; cuyas representaciones, como ocurre siempre en estos casos, los públicos han hecho suyas con sumo placer. Y eso que siempre hay parodias que son imitaciones burlescas que se escenifican para ridiculizar, llegando a veces al escarnio, a colectivos enteros y, por ende, a personajes con más o menos representatividad en el pueblo y en las instituciones.

Y aunque se dan casos de actuaciones con estilosas maneras de delicadeza y respeto para con los personajes imitados; en ocasiones, las mofas, críticas y “denuncias” figurativas son actuaciones habilitadas con actitudes de chabacanería que, tras ser vistas por los públicos, dejan en las mayorías de las gentes cierto regusto por servirse de las mismas con el fin de zaherir también sin ningún respeto a quienes las máscaras han mostrado con estudiado sarcasmo.

Pero toda la crítica y la burla, pasadas las fiestas, bien puede decirse que se las merecen igualmente las máscaras y los mismos espectadores -léase la sociedad de hoy- cuando, al guardar las indumentarias carnavalescas, aparecen precisamente esas figuras que durante la mayor parte del año se desenvuelven en una existencia llena de despropósitos, y que, en las sinrazones, hallan el caldo de cultivo para las extravagancias, las desidias, la carencia de edificantes compromisos y, por consiguiente, el abandono de observancias de una positiva conducta. En definitiva, de esas honrosas maneras que el mundo tanto necesita para mejorar la convivencia humana.

Así las cosas, el esperpento de un “carnaval” fuera de su tiempo, casi nos es familiar por tratarse de la condición del hombre, siempre imperfecta y, en ocasiones, carente de sentido común. Aunque tales defectos los identificamos erróneamente en la práctica cotidiana como juiciosos y sensatos razonamientos.

Todo lo cual forma el fenómeno que se critica camuflados tras las caretas y arropados en el estruendo y el jolgorio festivo. Es como si, en el plano individual, cada máscara pretendiera durante tres días dejar de interpretarse así misma en los escenarios nada correctos, que también los hay, de la existencia real. Puesto que, una vez celebrado el Carnaval, se encuentra incapacitada para ello a causa de la cotidiana dinámica que, imparable, todo lo envuelve. La dinámica que imponen muchas formas de vida absurdas y desordenadas, y poco menos que generalizadas.

Como si los progresos de toda índole de los tiempos actuales manipularan y desfiguraran la personalidad de quienes se sirven de ellos. Atentos los individuos, generalmente hablando, solo a las banalidades que alimentan las apariencias; las que se escenifican con amañado arte y se presencian con placer durante los tres días de Carnaval, creyéndolas banalidades que únicamente aquejan al prójimo.



El Rincón de Paco Teva… INVIERNO FRÍO Y HELADERO

Estamos en invierno, una de las cuatro estaciones de clima templado y se caracteriza por días cortos, noches largas y temperaturas bajas a medida que nos alejamos del Ecuador (círculo máximo, que pasa por el centro y divide a la esfera terrestre en dos mitades, dos hemisferios: norte y sur). El solsticio de invierno y el solsticio de verano, así llamados los días en que ambos entran, marcan las mayores diferencias entre el día y la noche. En el de invierno, el día es el más corto y la noche más larga y en el de verano, al contrario. El invierno, para 2012-2013, entró el 21 de diciembre de 2012 a las 12h, 12m hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional.

Es notorio y casi normal que, en estas latitudes, nos quejemos del frío invernal, acostumbrados a disfrutar de suaves temperaturas; sin embargo el frío en invierno tiene su magia, pues salimos de la monotonía de un tiempo casi sin cambios, prácticamente plano. En un día de frío, es maravilloso el fuego en la chimenea, al amor de las llamas, que dibujan figuras inciertas y exóticas. Antiguamente en todas las casas había chimenea, generalmente en la cocina, que era una pieza grande y, por supuesto, el centro de reunión de la familia y los amigos. Hoy, como se vive en pisos, por lo general, sólo el que tiene una gran casa puede disfrutar de una buena chimenea para solaz de los indicados: familia y amigos. En esa atmósfera tibia y confortable, es una gozada leer, conversar, soñar, comer los churrasquitos preparados con cariño, las exquisitas «migas», que casi todos sabemos hacer, beber unos buenos vasos de vino y no sé cuántas cosas más. En Martos, en esos pocos días crudos, que hay a lo largo del invierno, es muy corriente que aparezcan las fuertes heladas, que dejan el campo y los tejados con ese color blanco característico, como si los hubieran pintado y que nos hacen exclamar: «vaya paloma que ha caído», una penalidad más para los sufridos aceituneros. También, es algo especial ver nevar en nuestro pueblo, hacer fotos de sus calles, plazas, parque etc., jugar con la nieve como algo insólito y extraordinario, pensando que es un regalo de la naturaleza, que, quizá, no volvamos a ver en algunos años. Sin embargo, la cuestión es que en nuestro pueblo, aunque nieve poco, nieva a lo largo de todo el invierno, en varias ocasiones, por supuesto los inviernos, que vienen buenos. Yo, he visto nevar en fechas muy próximas a la primavera, el día de San Juan de Dios, que si no recuerdo mal es el día 7 de marzo. En las fechas, que estoy escribiendo el artículo, la fiesta de LA CANDELARIA, SAN BLAS …..ha nevado algunos años, hasta el punto de tener que ir a bendecir las roscas, tradición en nuestro pueblo, con gran cuidado, pues el peligro de tener un accidente era muy alto.

Una de estas nevadas, cada vez más escasas, inspiró estos versos, que pongo a continuación. Y como creo en el refrán AÑO DE NIEVES, AÑO DE BIENES, pido para que las nevadas en los inviernos marteños no falten.

AÑO DE NIEVES

Los árboles de mi calle,
ateridos, hacen guardia,
despojados de sus trajes
tejidos con esmeraldas.

El frío es seco, agudo
como pinchazo de faca,
que acelera nuestro pulso
enrojeciendo la cara.

Nubes de color incierto
han cubierto la mañana,
del cielo bajan brillando
cristales de luna blanca.

Los copos son más espesos,
un manto están dibujando
de luminosos reflejos
de armiño, jazmín y nardos.

No son verdes, ya, los árboles,
ni muestran peladas ramas,
que lucen camisas blancas,
cual desfile de fantasmas.

Sigue nevando, no para,
espesa alfombra, sin huellas,
veo desde mi atalaya
en azoteas lejanas.

Terrones blancos de azúcar
son los coches aparcados,
rebozados de merengue
y corazón congelado.

Nuestros campos de olivar
con sus soldaditos blancos,
gota a gota beberán
los hilillos de su manto.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



Desde las Llanuras… A como sale el Apendicitis

¿Absurdo título verdad? Más si cabe, cuando estas líneas se escriben desde el país, que lleva muchos años siendo referente en sanidad de calidad y pública.

El otro día, leyendo una de las millones de cartas, que las compañías de seguros médicos americanas envían a sus clientes cada año, comunicándoles los cambios en sus pólizas, imaginaba como se deben de sentir, cada vez que vean, que les han suspendido la cobertura de quimioterapia, la de diálisis o las patologías del órgano reproductor (por poner un ejemplo). ¿Que pueden hacer?

Pierden su tiempo buscando otras ofertas en el mercado, se arriesgan a pasar un año sin esa cobertura o simplemente hacen cálculos para saber si llegado el caso se lo podrían permitir. Que paranormal es todo en el ombligo del mundo. Tan poderoso y desarrollado, como inmoral, hasta el punto de que cualquiera lleve una recortada bajo la gabardina, que un autónomo o empleado en una pequeña empresa no tengan derecho a constiparse, que puedan electrocutar a una persona en algunos Estados o dejar morir a 72 al año por no disponer de asistencia médica. Que quieren que les diga, a veces me siento orgulloso de la vieja Europa.

Estas cartas llegan cada día. Es algo habitual. Y pasa por la sencilla razón, del exceso de burocracia. Todo funciona con papeles, y como estos papeles tan técnicos el común de los mortales no los entendemos, firmamos tratamientos médicos que no nos han hecho, facturas abultadas, pruebas innecesarias y caras. Lógicamente el hospital saca beneficio y la aseguradora lo repercute al cliente. Un latrocinio en toda regla, para llenar los bolsillos de unos pocos.

Otro daño colateral de la civilización que se guía por teorías ideológicas. Teorías, como esa que algunos llamamos libre mercado, otros hemos acordado ponerle el mote de capitalismo salvaje y así a bote pronto, bien podríamos llamar desnaturalización evolutiva. Hemos evolucionado tanto, que nos privamos de lo que un día disfrutaron nuestros ancestros. El pensamiento interno y profundo, más allá de ideologías preconcebidas. Hemos pasado de luchar por la felicidad con esfuerzo y dedicación (aquella que cada ser humano anhele, da igual) a conformarnos con ráfagas de satisfacción, generalmente conseguidas a través del dinero. Nos compramos unos zapatos, el coche que nos gusta, el teléfono con el que fardar, y al poco tiempo, esa felicidad se pasa y necesitamos sustituirla. Eso es normal, el ser humano necesita de sueños para vivir. El problema es que cuando estos se consiguen gracias al dinero, normalmente duran poco. Escasean las personas que buscan sus sueños con esfuerzo, con dedicación, disciplina. Es más fácil soñar con algo que se puede comprar con dinero.

Después de leer la dichosa carta, continué con mi ronda de información, esta vez de actualidad. De nuevo la misma cantinela. La herencia del Gobierno anterior, (como si no supiéramos a estas alturas, que por norma general las herencias traen problemas), el déficit, chorizos con corbata, desempleo, un señor con gafas y barba al lado de Rajoy que dicen que es su doble, (todavía estoy aturdido de la impresión que causa ver como se pierde el tiempo periodístico en este tipo de cosas, como si no hubiera otras más importantes) y urgencias cerradas en Castilla- La Mancha, porque no son rentables. ¿¿Como?? Si ya empezamos a ponerle precio a la salud en España mal vamos.

Sigo con la actualidad. Uno que firma como duque em… Palma….do, columnistas de oro, más desempleo y el personal sanitario de Madrid, en pie de guerra para que no se privatice la sanidad. ¿¿Como?? No habíamos quedado que nuestro sistema de salud era envidiable. La OCDE lo califica, como uno de los sistemas sanitarios más económicos del mundo »desarrollado». Con un coste de 1.400 € al año por persona, un dato muy por debajo de la media de la Unión Europea, e infinitamente inferior a la de EEUU, no es lógico pensar que incluso está por debajo de nuestras posibilidades. Que incluso lo podemos mejorar, aunque en el camino haya que hacerlo más eficiente.

¿Que más da quien lo gestione, entonces? Si es un sistema asequible, público, universal y gratuito, para que dejarlo en manos de la codicia. No hemos aprendido que la avaricia de la gran empresa privada cuando se mete a negociar con lo esencial del ser humano, destroza el alma de las personas y causa dolor. Que me dicen del drama de los desahucios. O del silencioso drama de la alimentación. Ese que sucede en el contenedor de su calle, y que organizaciones como Cáritas y Cruz Roja con todo el esfuerzo humano posible ayudan a paliar en la medida de lo posible, mientras que los agricultores de España tiran a la basura sus cosechas porque el mercado lo monopolizan dos o tres empresas con las que no pueden negociar. Y ahora se nos ocurre también negociar con la salud, el único activo junto con la educación que nos queda como sociedad, alejado de la rapiña empresarial (la poca que hay sin escrúpulos, por favor que no se generalice porque necesitamos a los buenos empresarios).

Privatizar la sanidad, no es la solución, solo parte de un problema que se agravará cuando entren en juego intereses comerciales, y que en un escenario catastrofista puede derivar a una sanidad paralela a través de ONG’s, que con los medios de los que disponen, solo es posible compararla con las casas de beneficencia de la Edad Media, y además habrá que estarles agradecidos por su labor desinteresada pero flagrantemente insuficiente.

¿Por qué no nos hablan claro? Si la Seguridad Social está a punto del colapso, no es por el coste de sus servicios sanitarios, es porque no han conseguido incentivar el empleo. Es el fracaso más rotundo de la política en este país. Si la Seguridad Social está en situación deficitaria es porque tiene un problema que aún ningún partido político se ha atrevido a abordar. Haciendo un sencillo ejercicio de razonamiento, si cada vez vivimos más años y por lo tanto somos cada vez más pensionistas, tenemos menos hijos, y los inmigrantes que necesitamos (los que vienen a trabajar y a cotizar) se van porque no encuentran trabajo, es imposible mantener el nivel adquisitivo de las pensiones, tal y como las conocemos. Sin cortapisas, si hoy la pensión de jubilación en España, cubierta por el Estado, es mala e ineficaz, ¿Como será dentro de 30 años? Creo que todos tenemos claro, que de existir, no será más que una simple compensación de subsistencia. Entonces porque no nos incentivan para buscar formulas privadas complementarias a esa jubilación. Activos financieros, inmobiliarios, rústicos….cualquier forma de prevención ante la disminución de ingresos que supone la jubilación y abordan en serio un problema que si se posterga en el tiempo se volverá traumático. Tal vez, la primera medida, sería enseñar esos sistemas complementarios de jubilación desde los colegios e institutos y hacer campañas para informar y formar a toda la sociedad sobre la importancia del ahorro.

Obviamente, estoy haciendo políticas de taberna. Esa que suele darse entre amigos que intentan cambiar el mundo en un momento, pero en mi opinión no es ninguna locura separar cuando opinamos sobre la Seguridad Social española, lo que es asistencia sanitaria y pensiones, ya que entonces nos volvemos más objetivos y realistas. Puede ser que si nuestros profesionales políticos, escucharan los tabernarios debates, trabajarían mucho más cerca de la realidad que tanto esquivan.



BAÑOS ÁRABES DE JAÉN… Lara de Tucci

Lara de Tucci | Haciéndome eco de la Feria del Turismo (FITUR), que estos días se celebra en Madrid, me complace publicar en MARTOS AL DÍA un comentario acerca de uno de los muchos atractivos turísticos que hay en la provincia del Santo Reino. Se trata de los Baños Árabes de la ciudad de Jaén; cuya singularidad cabe de lleno en la faceta del Turismo Cultural, que se promociona desde hace años como alternativa a la de Sol y Playa.

En lo de ofrecerle atractivos culturales a los visitantes, Jaén capital, desde luego, no sólo no se queda a la zaga de otras partes de Andalucía, sino que incluso las sobrepasa en ciertas referencias. Tales son los casos de la Catedral renacentista, el Castillo de Santa Catalina y los Baños Árabes, amén del propio Museo Provincial.

Pero yo resalto aquí, por ser una construcción que recuerda y promociona el estilo andalusí, los Baños Árabes, como he escrito más arriba. Que están situados en el palacio de Villardompardo, un edificio que se construiría sobre ellos, como tratando -sin proponérselo los constructores del mismo- de salvaguardar para nuestra admiración y para admiración también de las generaciones que habrán de seguirnos, la obra más importante de este género existente en España y tal vez en toda Europa. Obra justamente ganadora, tras ser redescubierta y restaurada, con el Premio “Europa Nostra” en 1984.

Son los Baños Árabes jiennenses un lugar mágico en la capital del Santo Reino y son, sin duda, depositarios de enigmáticas historias de los siglos, IX al XIII, los del apogeo y el declive de su uso. Pues el edificio en cuestión era un lugar de encuentro de lo más selecto de la sociedad árabe de Jaén en aquel período de la Edad Media. De gentes que se reunían en sus salas para relacionarse, impulsadas por el prestigio que los baños públicos tenían para los musulmanes cultos.

Al respecto, téngase en cuenta además que los Baños Árabes era una edificación civil de bastante renombre en la época, estando equidistantes de las dos principales mezquitas (aljamas) que había en Jaén: que se localizaban donde hoy se hallan la Catedral y la iglesia de la Magdalena.

Nótese, de la misma manera, que los encuentros de aquellos antiguos moradores de Jaén en los Baños Árabes se realizaban, principalmente, siguiendo las nobles recomendaciones del profeta Mahoma: “limpieza para el alma y para el cuerpo”. Y hay que suponer que las conversaciones mantenidas por los usuarios girarían en torno a aspectos referentes a las conquistas y reconquistas de aquellos años; a las batallas que las propiciaban, y, también, sobre los hábitos, las costumbres y la cultura popular de una sociedad que estaba dotada de rasgos refinados, y que dejó en nosotros un considerable cúmulo de manifestaciones y de particularidades en casi todas las facetas del saber.

Por eso incluso es fácil imaginar dentro de los baños, entre sus columnas de liso fuste y bajo los arcos de herradura que realzan su arquitectura, a cadíes, alfaquíes y almocríes, así como a otros personajes influyentes de la ciudad, discerniendo y debatiendo igualmente, con la fina cortesía que les exigía su fe, acerca, por ejemplo, de los pasajes del Corán, de la doctrina expuesta en ese su libro sagrado y, también, sobre otros temas y asuntos de moda del tiempo aquel.

Y con ese alarde imaginativo, estimulado sobre todo por la edificación, captar y hacerse eco, siquiera profanamente, de las explicaciones y aclaraciones que se dieran mutuamente los contertulios que aparecerían envueltos en los tenues rayos de sol penetrantes con dificultad por las lucernas en forma de estrella allí existentes y que hoy todavía nos seducen. Orificios, por otra parte, que dejarían escapar, también con dificultad, el vapor de agua caliente empleada en las abluciones.

Pero al margen de todo eso, los Baños Árabes son, en sí mismos, una permanente muestra cultural de la Jaén de hoy, muy apropiados para ser reclamo turístico de primer orden. Compruébelo el lector, si no, y acérquese a ellos con el mismo interés con que lo hacen los que vienen de fuera de nuestra provincia e, incluso, del extranjero. Y ya en el apoditerium o vestíbulo de los mismos podrá quedar satisfecho con las imágenes, siempre recreadas en el pensamiento, de marlotas y almalafas, de aljubas y de chilabas allí colgadas o puestas sobre alhamíes. Prendas pertenecientes a unos usuarios que estarían relajándose en el tepidarium o sala de agua templada. Estancia que era también espacio para transmisiones orales de historias y leyendas que, para nuestra mentalidad, tienen el encanto de lo hermético o escasamente aclaratorio, con el aderezo de sus creencias mahometanas y sanas costumbres, entre las que el reposo y el sosiego del alma constituían el fundamento de otros valores sociales y espirituales. Pero hay que imaginarse todo esto haciendo excepción del fundamentalismo integrista de ciertos sectores mahometanos de nuestro tiempo.



EXCLUSIVA: La ITV de Martos abre sus puertas al público pese a las trabas del Ayuntamiento

VEIASA, propietaria de la instalación, lleva más de un año esperando la concesión de la licencia de apertura. El pasado lunes procedió a la apertura de las instalaciones ante el silencio administrativo del Ayuntamiento de Martos.

El Ayuntamiento de Martos ha mantenido durante estos meses que la licencia no podía concederse al no estar recepcionado el polígono, entre otras cosas por no contar con suministro eléctrico. La Alcaldesa culpa a EPSA y al equipo de gobierno anterior de esta situación.

Para los socialistas la actuación del Ayuntamiento en este caso demuestra claramente que la intención del equipo de gobierno del  PA-PP ha sido la de retrasar la apertura de las instalaciones mientras «echaba balones fuera».

Redacción | La sorpresa llegaba el pasado lunes, cuando VEIASA, la empresa pública de la Junta de Andalucía encargada de su gestión, procedía  a la apertura al público de la tan ansiada estación de ITV de Martos.  Según las fuentes a las que ha podido acceder Martos al Día, la apertura se producía tras meses de encontronazos entre la propia VEIASA,  EPSA y el Ayuntamiento de Martos.

Burocracia como arma política. La historia arranca en enero del pasado año 2012, cuando con la estación finalizada, VEIASA solicitaba la licencia de apertura a nuestro Ayuntamiento. La concesión de dicha licencia debía concederse o denegarse en el plazo de 3 meses, siendo en este caso el silencio administrativo de carácter positivo, según las fuentes consultadas. La propia empresa, transcurrido dicho plazo sin obtener respuesta, dirigió un escrito al consistorio reclamando una respuesta y advirtiendo de que por silencio positivo procedería a la apertura el día 31 de julio de 2012. Posteriormente, el Ayuntamiento respondió argumentando que dicho silencio en ningún caso podía ser positivo y que la licencia no podía emitirse al no estar recepcionado el polígono en el que se emplaza la instalación, principalmente por las deficiencias en el suministro eléctrico. Ante esta respuesta se planteó por la propia empresa y por parte del principal grupo de la oposición, que la estación podría abrir sus puertas de forma provisional mediante la instalación de grupos electrógenos.

Así las cosas, la sorpresa saltaba el pasado lunes, 21 de enero, cuando la empresa, tras más de un año de trabas burocráticas, tomaba la decisión de abrir la instalación para prestar sus servicios a los automovilistas y camioneros de Martos y comarca. A la fecha de cierre de esta noticia no disponemos de la respuesta del Ayuntamiento a esta apertura, que seguramente habrá caído como un jarro de agua fría en el actual equipo de gobierno, empeñado en los últimos meses en demostrar que la no apertura de la estación era consecuencia de la incompetencia de EPSA y el equipo de gobierno anterior.

Aparte de la respuesta política, habrá que ver que respuesta ofrecen los servicios jurídicos del consistorio y si darán el paso de impugnar ante los tribunales dicha apertura. En cualquier caso, si se da el paso de impugnar y solicitar el cierre cautelar, la Alcaldesa tendrá que responder políticamente ante los ciudadanos de esa decisión. Veremos.

Sea como fuere, lo importante es que son numerosos los vehículos que están pasando la ITV en la estación de Martos, que por fin es una realidad. Desde internet, en la web de VEIASA ya es posible pedir cita previa.

Por último, cabe hacerse la reflexión de como el afán de dañar al adversario político en muchas ocasiones se pone delante de los intereses generales de los ciudadanos que han votado a sus gobernantes.  No dudamos que la Alcaldesa y su equipo de gobierno no tuvieran razones jurídicas, más o menos discutibles, para negar la apertura, pero hay que recordar que los intereses de los ciudadanos y la prestación de más y mejores servicios públicos, como en este caso la ITV, es el objetivo de su funciones públicas, por lo que en lugar de parapetarse en informes jurídicos y la legalidad urbanística, cabría haber buscado una solución con la empresa que, sin vulnerar la ley, hubiera permitido abrir esta instalación hace más de un año. Mucho nos tememos que otros equipamientos, tan ansiados como el de la piscina cubierta, no estén corriendo la misma suerte y que, con la excusa de la crisis y otros motivos, se esté retrasando su puesta en marcha por cuestiones políticas. Si no fuera así, cabe preguntarse donde está la pericia y la eficacia en la gestión de este equipo de gobierno, que no ha sido capaz, en casi dos años al frente de la «cosa pública municipal», de poner en marcha una instalación prácticamente terminada y tan demandada como la piscina cubierta. No puede decirse que sea algo inviable de poner en marcha como por el momento lo es, por ejemplo, el tranvía de Jaén, donde los socialistas si deben responder ante la falta de planificación económico-financiera para su explotación.



El Rincón de Paco Teva… SOLDADITO ESPAÑOL

Los que me conocen y, quizá, muchos de los lectores, por haberlo indicado en algún artículo, saben que me gusta la música militar, las marchas militares. Es algo que llevo dentro y que me enerva y emociona sin poderlo remediar. Cuando estoy tranquilo y descansando en mi casa y si puede ser con una copita de vino delante, pongo algunas marchas militares y disfruto muchísimo y me transformo en un militar y recuerdo cosas de cuando hice el Servicio. Posiblemente sean los flecos de una frustración, que en el fondo de mi espíritu subyacen como testigos de una época pasada, que de haberse materializado hubieran dado un cambio en mi vida, no sé si para bien o para mal.

Una de las melodías que, seguramente, más me gustan es SOLDADITO ESPAÑOL, el nombre de una marcha (pasodoble) militar (1927), adoptada por Las Fuerzas Armadas como himno militar. Su autor es Jacinto Guerrero compositor de zarzuelas como Los Gavilanes, El Huésped del Sevillano, La Rosa del Azafrán…..Esta bonita y pegadiza marcha, como todas ellas, fue incluida en la revista musical «La orgía dorada», 1928, de Pedro Muñoz Seca. Su letra es significativa y sugerente. La primera estrofa dice: al sonar de los tambores/ y al compás de tararí/ no hay un hombre que se precie/ que no sienta un algo aquí. Y, naturalmente, hace que tu corazón, por la emoción, vaya latiendo cada vez más deprisa y que todas tus fibras sensibles se conmuevan en un alarde, yo diría que de patriotismo, patriotismo bien entendido. Entonces se me arremolinan todos los recuerdo de mi vida militar (mi Servicio Militar): la Jura de Bandera en una perfecta formación, el momento en que mi mano cogió la bandera para besarla, el desfile de nueve en fondo al compás de «Los Voluntarios», el paso por debajo de la bandera roja y gualda…….

Por eso, al hilo de todo esto, quiero contar algo que oí en un medio de comunicación y que me dejó, cuando menos, preocupado, si no frustrado después de todo lo que antecede. Dicho medio decía que, con motivo de la huelga de los empleados de la empresa de recogida de basura de Granada (la huelga lleva 11 días en el momento de escribir este artículo y la hermosa ciudad de Granada es un puro basurero), el Alcalde de la ciudad, señor Torres Hurtado si no recuerdo mal, había pedido al Ministerio de Defensa que enviara un contingente militar para poner remedio a esta situación de caos, suciedad, malos olores y desprestigio para la ciudad de la Alhambra, centro de atracción de miles de turistas.
Yo, particularmente, y muchas personas más con un grado mínimo de estética nacional y con no menos orgullo de nuestras F. A., consideramos que eso, ya, es pasarse unos cuantos pueblos en la apreciación de la labor de nuestros ejércitos (tierra, mar y aire).

Como demócrata constitucional, quiero traer para su recuerdo lo que dice el Artículo 8 de nuestra vigente Constitución de 1978:

» 1.-Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional
2.-Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la presente Constitución. «

Lo pretendido por el Alcalde de Granada, seguramente por un agobio más que evidente, parece una mala interpretación de lo prevenido en nuestra C. E. y un querer solucionar su problema sin más miramientos. Si, es verdad que hay una UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS (U. M. E.), para ayudar en caso de calamidades importantes, que afecten a la población civil: incendios, inundaciones, terremotos ….. y, yo, entiendo que está muy bien dispuesto que un contingente, preparado para esas misiones, con el material necesario, con una dedicación exclusiva, exista para esos casos muy tasados y previstos. Lo que no me vale, y es mi opinión, que nuestros ejércitos sirvan de basureros, como esquiroles, en una huelga de recogida de basura, porque los trabajadores y la empresa no se pongan de acuerdo. Sean controladores aéreos en determinadas ocasiones. Sean conductores de trenes o del Metro, en otras o, qué se yo, tengan recoger la aceituna en Martos, pues una huelga salvaje pueda poner en peligro la recogida de esos pequeños odres, preludio de nuestro oro líquido, nuestro aceite reconocido mundialmente.

Para terminar, decir, simplemente, que soy un español, a caballo entre dos siglos, con el corazón tierno y las lágrimas fáciles, que ha «disfrutado» de dos regímenes políticos, muy distintos, que ambos me han curtido y han grabado mi piel. Por eso es difícil, que a estas alturas, no me emocione y tiemble, y creo que con eso no hago daño a nadie, cuando oigo esta letra al compás de la música: «Soldadito español/ soldadito valiente/ el orgullo del sol/ es besarte la frente.»

19-01-2013 (Es posible que cuando aparezca el artículo publicado, no exista el problema de la basura por haber llegado a un acuerdo. Ojala sea así para bien de Granada y sus habitantes. No obstante he querido dejar clara mi opinión , al respecto.)

21-01-2013 (La huelga ha concluido tras 13 días de paros que han acumulado en las calles de Granada más de 2.300 toneladas de basura.)

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



Desde las Llanuras… Incomprendido Republicano

Y de repente, tal vez cosas del destino o tal vez por desatender mucho tiempo a los viejos amigos, me encontré en la sede de las juventudes comunistas de una ciudad no muy lejana, con una copa de whisky en la mano, por cierto no precisamente barato, y rodeado de banderas revolucionarias, que he de reconocer me agradaban, porque en cierto modo contribuyeron en el siglo pasado a construir el mundo que hoy conocemos, viejos posters de líderes políticos como algunos dirían, y otros de sanguinarios asesinos, me digan lo que me digan y banderas asequibles a mi humilde raciocinio mezcladas con otras cargadas de condescendencia e imprecisión histórica.

No sé si por efecto del buen whisky, que cuando es de gorra tiene efectos milagrosos, o por el carácter asertivo que a veces me ilumina, metiéndome en fregaos de los que luego me arrepiento, volví al siglo XXI, dejando el siglo anterior solamente en manos del envoltorio de aquel despacho de pan, que recordando mi niñez era aquella sala en la que me encontraba.

La verdad es que cuando me hablan de ideologías de manual, esas que se aprenden sus conceptos como el Padrenuestro, y se predican a bombo y platillo, sea quien sea el interlocutor, no puedo más que reprimir una sonrisa. Lo siento, no me creo nada. Son antiguallas de otro tiempo, como en su día dijo el deslucido Rajoy.

El comunismo, es una teoría tan magnífica, que nunca ha funcionado por ser pura utopía más propia de seres perfectos, lo que afortunadamente no somos. El socialismo está agotado, yo diría fundido. El capitalismo salvaje, promovido por los sectores liberales, o como dirían otros simplificándolo todo, la derecha, además de injusto, es inhumano, mezquino y ha acabado con la mayor situación de emergencia social, desde que nos consideramos modernos y democráticos.

Todo pura teoría, para predicadores que aún viven en el siglo pasado.

¿Acaso no está claro que en pleno siglo XXI, la política se debe concebir de manera distinta?. La información fluye por las redes, la historia nos demuestra el fracaso y colapso de toda ideología y la sociedad demanda políticas concretas en momentos concretos y por personas honestas, que solo busquen el bien común. Los partidos políticos solo son la estructura legal, y su carga ideológica, sin dejar de ser importante, solo está en segundo plano y la sacan a relucir o la esconden según convenga, a la temida frase «intereses de partido». Creo que no hay frase que me asuste más.

Pero en ese momento, rodeado de símbolos de otro siglo y mi copa en la mano, la verdad es que no tenía muchas ganas de crear conflicto. Por lo que desde el principio rechacé amablemente, las invitaciones a afiliarme al partido, con la excusa de que yo no residía en la ciudad y a base de esfuerzos para fingir que no me interesaba la política. Todo discurría tranquilo, salvo algún pesado dándome clases de historia, mientras me llevaba de una pared a otra explicándome con más fe que razón aquellos símbolos y banderas. El problema es que nadie sabía, que soy un republicano convencido. Un republicano que no busca venganza por nada (y por mi historia familiar bien podría buscarla, de un lado u otro), que solo considera que tarde o temprano España dará un paso más allá en su construcción, para dejar paso a la lógica. Y por lógica algún día la sociedad por mayoría absoluta y aplastante, reclamará que en un país estable (y considero a este país como estable, más allá de algún político iluminado, que se cree el mesías de sus súbditos), un país civilizado y con la suficiente madurez democrática no necesita mantener a una familia, llámese Real.

Sin prisas. Sin revoluciones ni discordia. Todo a su tiempo. De momento Juan Carlos I, no me molesta para nada, aunque a veces parezca que quiere vivir de las rentas del 23-F. Algunos miembros de su familia, si que escuecen mucho más.

Con mí, YO REPUBLICANO, encendido, (era la única manera de integrarme en aquel ambiente), el cansino historiador, me plantó enfrente de una bandera tricolor, de la II República. La majestuosidad de sus palabras me sacaron de aquella ensoñación en la que me encontraba, no sé si por la media copa de whisky que llevaba o por la carga de propaganda que me rodeaba, haciendo que aquel erudito, que se me estaba haciendo demasiado cargante, se enfadara conmigo.

-¡Algún día volveremos a ver esa bandera en las instituciones, y que se jodan los fachas!- Me dijo.

-Ese día emigraré a Camerún- Contesté casi sin pensar. Estoy seguro que viviré más tranquilo. Esa bandera, por mucho que hondeé en manifestaciones pacíficas a manos de gente honesta, solo es un símbolo de revancha. ¿Cómo vamos a pasar página si no solo buscamos justicia y reconocimiento a las víctimas? Buscamos cambiar una bandera asentada en nuestro país, aunque el escudo haya cambiado algunas veces, (y recuerdo tanto en dictaduras o reinados, como democracia, o como también en la I República) por otra sin rigor histórico inventada por la envidia, el odio y la ignorancia.

La envidia, de querer parecernos a la Francia de la libertad, igualdad y fraternidad, cuando nada tenemos que ver, con otra bandera tricolor.
El odio acumulado durante siglos a los Borbones, y a su representante más frágil, que reinaba en aquel momento y como revancha a una dictadura militar.
Y la ignorancia interesada. El color morado dicen que representa a los comuneros de Castilla. Como si aquel movimiento, en vez de buscar un rey castellano, fuera precursor del republicanismo y olvidando que esa bandera nada tiene que ver con ellos, solo es la que utilizan los movimientos castellanistas.

Pienso que si queremos pasar página a la historia trágica de España, no nos podemos perder en el ansia de revancha e imponer símbolos que puedan crear discordia. Aquello pasó, y está bien que se recupera la memoria de los olvidados durante décadas, que se luche porque nunca más se vuelva a repetir, pero con el espíritu constructivo que nuestro mundo demanda. La Monarquía caerá por su propio peso, como lo hizo en 1873, y lo más esperanzador es que entonces tendremos una sociedad, que solo conoce la democracia como forma de administrar un país, por lo que todo estará mejor organizado y planificado que en aquel conato de progreso administrativo. Mientras tanto, me seguirá irritando ver la bandera tricolor, porque solo refleja rencor.
El rencor con el que se proclamó el 14 de abril de 1931, después de una dictadura militar y los sucesos de Jaca y que no se supo reprimir hasta que otro militar usurpó el poder a base de sangre y fuego. Menos mal que de eso si aprendimos, y ahora los militares están muy bien donde están, sirviendo a su país y sin meterse en política.

Aún no había terminado mi copa, cuando me sentí como un ratón en una fiesta de serpientes. Parece que no gustó mucho, que un republicano no acepte una bandera tricolor. Pero lo que ese republicano no acepta, es perder el tiempo en banalidades y símbolos que solo incitan dolor. República sí, pero no a cualquier precio. Que ya somos mayores, en esto de la civilización.

Me despido, como en aquella reunión, donde me empecé a sentir observado e incomodo, dando el último trago al vaso (esta vez es café calentito) y afirmando

–No era mi intención molestar a nadie, solo daba mi opinión-

Emilio Almodóvar



MAREAR LA PERDIZ… Lara de Tucci

Lara de Tucci |No sé si se acordará el lector de que, estando Mariano Rajoy en la oposición, no había debate en el Congreso en el que no le lanzara a Zapatero la frase que da título este artículo: “marear la perdiz”. “Para salir del atolladero en el que nos encontramos, señor Presidente -le dijo desde el estrado en una ocasión-, usted no hace nada positivo; usted no hace más que marear la perdiz, y así no vamos a ninguna parte; así estaremos los españoles en crisis permanente”.

¡Claro que Zapatero mareaba la perdiz en el tema de la economía, esperando, pero sin creérselo, que los problemas se irían resolviendo por sí solos y volverían a crearse puestos de trabajo! Cómo no iba a marear la perdiz, había que haberle dicho al señor Rajoy, si coger el toro por los cuernos (léase aplicar recortes donde hubiera sido necesario, con otras medidas por el estilo) habría sido para él y para todo el equipo de Gobierno que presidía una vergüenza política, un descrédito mayúsculo, dadas las alarmas sociales que habría creado.

Alarmas que estamos viviendo desde que el actual jefe del Ejecutivo tomara las riendas de la gobernabilidad del país hace ya más de un año y se arremangara para abordar cuanto desde el Gobierno creen necesario para dejar atrás, aunque sea a pasos de tortuga, esta crisis antes de que se haga crónica y acabe definitivamente con el llamado “estado del bienestar”.

Porque se pueden llamar alarmas, y de considerable magnitud, las que están provocando infinidad de huelgas, numerosas manifestaciones y protestas -unas diez diarias solo en Madrid-, con sabotajes en el Metro incluidos e, incluso, concentraciones en torno al edificio de las Cortes, y amenazas de tomarlo. En lo que cabe añadir que todo esto se magnifica, principalmente, por ser el PP el que ostenta la mayoría en el Congreso y ser un Gobierno de dicho grupo el que está actuando, quizá con bastante precipitación, eso sí, y no se sabe sin con acierto, de acuerdo con las exigencias que le imponen la cruda realidad de las cuentas públicas y el déficit que arrastramos.

El Gobierno de Zapatero aguantó algo tales efectos alarmantes de las inquietudes sociales. Pero ni mucho menos en las proporciones que están desgastando a Rajoy. Y ahí puede estar la “prudencia” del anterior Presidente en su postura de solo “marear la perdiz”. Pues él, tras iniciar su segunda legislatura, ya había tomado la decisión de no volver a presentarse a unas elecciones. Y, en ese sentido, pensaría que era mejor para su propia imagen política dejarle el marrón de las duras medidas a tomar a quien le sucediera; ya fuera alguien de su mismo partido si el PSOE volvía a tener el Poder -tuvieron la suerte de que no fue así- o a Rajoy si el PP lograba la mayoría.

Bien sabía Zapatero -vuelvo a recalcar- lo que había que hacer para contrarrestar los estragos de la crisis económica. Pero las medidas a tomar, ya lo estamos comprobando, eran muy complicadas; tan complicadas, que, pensaría él, era mejor salir de la situación parcheando -mareando la perdiz- y que la impopularidad recayera sobre el que viniere detrás. Por esa posición suya, según todos los indicios, tuvo que salir Solbes del Gobierno.

Así es que Rajoy y su equipo están teniendo que poner en práctica, para intentar crecer y que el empleo comience a despegar en la medida en que todos los españoles deseamos, una serie de ajustes que nos tienen soliviantados a los ciudadanos. Ajustes en Sanidad; en Educación; en infraestructura varias; en las prebendas de los cargos públicos, y prescindiendo de algunos de esos cargos; en el control de las horas de trabajo de los funcionarios, con la eliminación de la paga extra de Navidad y el despido de muchos, sin renovación de los contratos laborales; etc. etc.

Ajustes y recortes que vienen provocados muy especialmente, todo hay que decirlo, por los exagerados déficits de las autonomías; cuyos gobernantes, generalmente hablando, han estado despilfarrando sin control hasta salirse alegremente de los presupuestos. Pero también, los errores en las administraciones de ciertos bancos y de las cajas de ahorro, beneficiándose después con rescates, han sido culpables de que las cuentas del Estado se hallen bajo mínimos. De ahí, todo ese conjunto de medidas de enorme calado impopular, que, para llevarlas a la práctica hay que estar muy seguro de que son las más idóneas para salir de la crisis. Y aun así, tener el pulso firme y no pensar en la pérdida de popularidad para el que las ejecuta, como presidente del Gobierno, ni para todo el grupo político que lidera.

Que esto último fue lo que le impidió a Zapatero, que nadie lo dude, actuar adecuadamente en su segunda legislatura (en la primera se encontró con unas cuentas saneadas por la gestión de Aznar), cuando las constructoras empezaban a dar avisos de insolvencia y una tras otra caían en el pozo de la recesión arrastrando consigo a otros sectores de la productividad y acumulando trabajadores en las oficinas del INEM.

Por otra parte hay que convenir que si Zapatero hubiera actuado a su tiempo con la crisis económica, dando los pasos adecuados progresivamente, las medidas que está tomando Rajoy no tendrían que ser tan dramáticas, al venir solucionándose los problemas paso a paso, conforme los pésimos índices económicos estaban reclamando.



Desde las Llanuras…Emilio Almodóvar se incorpora como columnista a Martos al Día

Redacción | A la actual pareja de columnistas de lujo, habituales de Martos al Día, Paco Teva y Lara de Tucci, se incorpora el manchego «medio marteño» Emilio Almodóvar. Tuve la ocasión de conocer en persona a Emilio hace un par de años y es de esos tipos que no te dejan indiferente a la hora de opinar. Cuando lean ustedes sus columnas y relatos entenderán por qué.  Bienvenido Emilio y gracias por sumarte a este equipo, siéntete como en tu casa. Destacar que recientemente ha ganado el  Concurso Literario del Instituto Andaluz de Educación a Distancia, aprovechamos para darle la enhorabuena. Os dejamos con su presentación ante sus, espero, próximos lectores.

Me llamo Emilio Almodóvar, Emilio viene de tradición familiar (José es mi segundo nombre, aunque me lo suelo quitar, porque mi madre me lo puso solo por un cantante que estaba de moda en la época en la que nací, y no me gusta) y como mi apellido indica bien podría tener raíces árabes de las tierras castellanas.

Tomé el ejemplo de mis padres y aprendí a echar raíces en todos los lugares a donde la vida me llevaba. Y así como sin querer, llegue a Martos en 2003 por cuestiones sentimentales. Más tarde, cuestiones laborales me llevaron a Madrid, donde me quedó un grato recuerdo y unas ganas de no volver, al no ser que fuera de vacaciones. Lo siento, no me gustó la experiencia, que sí la ciudad. Considero un privilegio, al que no todo el mundo tiene acceso, el ser de pueblo, que le vamos a hacer.

Mis estudios se encaminaron hacía la administración y las finanzas, y aunque algún titulillo cuelga en mi pared, también de mis padres tomé la idea de que no hay trabajos más dignos que otros, solo oportunidades y experiencias que vivir. Por lo que he trabajado aprovechando todas las oportunidades que han llegado a mis manos.

Hace cuatro años cuando la situación económica empeoró y las oportunidades brillaban por su ausencia, comprendí que el ocio más barato, era el de escribir. Plasmar las ilusiones, las esperanzas, también las frustraciones o descargar la rabia en un papel, me relajaba y más tarde me empezó a hacer feliz. Primero lo hacía a escondidas, pero tras presentar mi primer trabajo (un cuento para niños que ahora leo y me sonrojo) a un grupo de amigos y comprobar su buena acogida, dí el siguiente paso, crear mi propio blog, para escribir lo que me apeteciera cuando me apeteciera y compartirlo con la gente que se tomaba la molestia de leerlo.

Hace dos años, presenté mi primer trabajo a un concurso literario y cuando salieron los ganadores, y leí los relatos entendí que esto era una carrera de fondo. Que tenía mucho que aprender. Por lo que entre relato y relato, artículo y artículo, fui adquiriendo mi propio estilo, y después de dos años, uno de mis trabajos resultó el pasado mes de diciembre ganador del I Concurso Literario del Instituto Andaluz de Educación a Distancia. No solo fue la alegría de ganar, no solo fue el premio, lo más emocionante fue comprobar que después del esfuerzo, siempre llega el reconocimiento, y que ahora objetivos y metas, que parecían inalcanzables no hace mucho tiempo, están un poquito más cerca.

La invitación de Martos al Día, para formar parte de esta gran familia, que somos todos los lectores, administradores, columnistas, foreros es a la vez un reto, otro paso más, y una forma de seguir aprendiendo, pues en realidad es lo que más me ilusiona, seguir cada día siendo un poquito mejor, aprendiendo de los fallos, y dando la importancia que tienen los ciertos en tiempo y forma.



El Rincón de Paco Teva… 2013 ha llegado

Un nuevo año va a comenzar. Las campanadas del «RELOJ», más veloces de lo que quisiéramos, han sido la pauta para comer las tradicionales uvas, las uvas de la suerte (los supersticiosos creen que si no se comen las uvas no se cumplirán nuestros deseos) y han anunciado que el año nuevo, 2013, acaba de empezar. Felicitaciones, besos, abrazos, brindis, deseos y peticiones de lo mejor para uno mismo y para los demás. Esa noche se derrochan buenos augurios y todos pedimos que nuestras expectativas se cumplan de la mejor forma.

La verdad es que son momentos entrañables, sobre todo si estás acompañado de las personas que quieres, y los brindis y los vivas al año que se estrena se repiten y se repiten poniéndonos un poco pesados, seguramente porque las tasas de alcohol se van elevando irremisiblemente. Los disfraces, las serpentinas, las trompetitas, los papelillos, todo invita a divertirse, pues no podemos recibir al nuevo año, centro de todas nuestras esperanzas, con la tristeza que provocan no pocas situaciones, cuando menos no deseadas.

Con la perspectiva de muy pocos días, aún, parece que «EL NUEVO», sigue con el mismo estilo del que acabó: escándalos y desmanes de determinados personajes, que son la vergüenza de una clase política (hay que salvar honrosas excepciones) preocupada más de su interés personal, que del interés general para el que fue elegido. Unos sindicatos que no funcionan (alguna central sindical está en el Tribunal Supremo, porque las subvenciones para cursos de formación han servido para captar afiliaciones). Siguen sin arreglarse los problemas, pero siguen los recortes: ahora nuevo impuesto para la Lotería, el «eurazo» en las recetas, en algunas Comunidades. Descontrol en la «extra» de los funcionarios, pues en algunas Comunidades las adelantan y en otras no…dando la impresión de que estamos en unos «reinos de taifas». Descontrol en los gastos y recortes de las Autonomías, cada una por su sitio. La Casa Real haciendo verdaderos esfuerzos para lavar su imagen. Las podas de muchas cosas, que tenía que hacer el Gobierno, esperando el sueño de los justos. Los bancos sin dar créditos, pero eso sí recibiendo muchos miles de millones de euros para su saneamiento. El paro aumentando cada día sin que ningún agorero de los que han hablado de «brotes verdes» haya acertado en lo más mínimo. En fin, un panorama que no se corresponde con los brindis de hace unos días, pero que nuestra voluntad de superación y nuestro espíritu de denuncia tiene que superar y, efectivamente, esperar que esa mejora, que algunos anuncian, sea tan cierta como las uvas que nos tomamos al compás de las campanadas. ÁNIMO Y ADELANTE.

Para acabar y borrar un poco el malestar de lo anterior, os invito a leer el poema que le escribí al 2013 el mismo 01-01-2013, aún con los efluvios del alcohol, deseando una serie de cosas, que me parecen fundamentales.

V I V A 2 0 1 3

Sana costumbre, y muy nuestra,
tomarnos las doce uvas
al compás de las campanas, que las sientes
como tuyas.

Su sonido familiar nos va marcando
el camino
para devorar con prisa las uvitas
del destino.

Como esculpidas en cera, uvas del Vinalopó,
sin semillas y sin piel,
para seguir sin problemas el ritmo
del carillón.

Un año que se nos va con inexorable
fuerza,
un nuevo año, que viene, cargado con mil
promesas,
muy lleno de expectativas, con propósitos
de enmienda.

Los consejos, que nos damos, forman
una larga lista;
luego, cayéndose van arrumbados, sin ejercicio,
sin vida.

Hemos empezado el año con ideas
renovadas,
con ganas de desterrar las costumbres
anticuadas
y dejar de preocuparse por cosas,
que valen nada.

La comprensión y el cariño, como valores
en alza,
el materialismo duro, que no pese en la
balanza,
el perdón y la disculpa, las monedas
cotidianas.

.

Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



ICONOS DE INTIMIDAD… Lara de Tucci

Lara de Tucci | No hay cultura sin lectura, ni nadie podemos desarrollar la poca o mucha cultura que tengamos si dejamos los libros aparcados lejos del alcance de nuestra vista y desconsideramos los mensajes, las ideas, los datos y las historias que atesoran. Bien entendido esto que digo cuando se trate de libros que sean portadores de positivos valores.

Con estas palabras inicié la presentación de mi libro ICONOS DE INTIMIDAD el pasado día 2 de diciembre en la Casa de la Cultura de nuestra localidad. Presentación en la que me precedió, con su gran estilo, Ramón López, nuestro locutor, y presentación que cerró Juan Moreno Miranda en representación de las respectivas Juntas de Gobierno de las cuatro cofradías que hay en las Trinitarias.

Pero como han sido muchas las personas que se han disculpado por no asistir al acto argumentando que no habían tenido noticias del mismo (cosa algo extraña, pues desde la referida Casa de la Cultura hacen pública la propaganda de todos los eventos que organizan), me permito ahora escribir a modo de artículo en “Martos al día” lo que dije en tal ocasión; que rezaba así:

He venido a presentar este libro a Martos con la ilusión que me produce el hecho de que el importe que se recaude con su venta sea para restaurar la puerta de la iglesia de las Trinitarias; cuyo santo recinto me es tan entrañable y querido desde la temprana niñez.

El libro recoge diferentes poemas, habiéndome sido un ramillete de ellos inspirado por imágenes sagradas de Martos; imágenes que los cofrades de las distintas Hermandades (hay que reconocerles a ellos esa labor llena de inquietudes, más que sociales y culturas, auténticamente religiosas); repito, imágenes que los cofrades tienen en perfecto estado de revista, y que nos sirven como estímulos para reavivar la llama de nuestra fe; que duerme o, cuanto menos, se adormece con frecuencia encandilada por otros motivos que no viene al caso citar ahora aquí.

Pero aparte de los poemas religiosos hay también otros que están inspirados por diferentes temas instalados igualmente en la galería de mi iconografía interior; en los registros de mi forma de pensar y en mi manera de entender los episodios de esta vida nuestra, tan complicada a veces. Episodios que, aunque quisiéramos que todos fueran de agradable componenda social y humana, por circunstancias varias nos encontramos con otros que se presentan revueltos de sinsabores, desengaños, frustraciones y desvelos. Produciendo entonces en nuestra existencia vivencias nada placenteras; las cuales, en mi caso particular, me llevan a plasmarlas con tristeza en el papel; aunque, desde luego, también plasmo las de sintonía agradable; éstas, por cierto, con animosa satisfacción.

Tales poemas, que yo recojo en el apartado de “Iconos de otra naturaleza” y que espero y deseo que sean, como todos los del volumen, del agrado de los lectores; refieren, respectivamente, las llagas de fe en el alma de Santa Teresa. Los terribles atentados del 11-M en Madrid, con el desconcertante y sobrecogedor ruido de la profusión de sirenas llenando los espacios ambientales de la Capital. Las campanas de la Virgen de la Villa, que cuando suenan al unísono ponen en la atmósfera marteña ecos de musicalidad, muy agradables para mí, que se pierden cadenciosamente entre los extensos olivares. La joven que va creciendo con el abandono, lógicamente, de las vivencias de niña, llega a contraer matrimonio y después se separa, dejando un hijo sin el amparo de una familia estable. El canto gregoriano, que suena entre ojivas, bóvedas y capiteles, y que recrea el alma hasta que ésta se siente inundada de sublimidad. Los sonetos a los hijos de SS. MM. los Reyes, en agradecimiento a la monarquía por su enorme apoyo a las libertades públicas; estos sonetos ya los publicó la desaparecida y recordada revistita “Día a día”. Los perfumes del jazmín y de la dama de noche, que despiertan pasiones que pudiéramos considerar eróticas, aunque de un erotismo de depurados sentimientos, que muy bien pudiéramos considerar platónicos. La paternidad del olivo, ahora que celebramos la Fiesta de la Aceituna, árbol de nuestros paisajes, como igualmente de nuestros sueños laborales y, por qué no decirlo, de nuestros anhelos materialistas. Los parados, deambulando por nuestra Plaza antes de que comenzaran a emigrar en diáspora multitudinaria; parados, sí, pero entretenidos con la música de los conciertos domingueros que entonces se daban en dicha Plaza. El joven que, lamentablemente, cae en la trampa de la droga y se da cuenta del error cometido. Y, en fin, otras composiciones poéticas cuyos temas también cuelgan en mi iconografía interior, como vengo diciendo.

Como cuelgan las historias de los dos relatos cortos que hay en el libro. Uno, “El periquito y la rosa amarilla”. El periquito, una avecilla, criatura de Dios -que diría el pobrecillo de Asís-, que realmente existió y que yo mismo enterré junto a un rosal. ¡Qué vivencia, Señor! ¡Qué vivencia! A lo mejor hay quien considera estas cosas infantiloides; pero ¡qué necesitado está nuestro mundo del sentir de los niños! ¡Oh qué necesitado está de ello! Aunque lo bueno, lo realmente positivo es que este relato de “El periquito…” termina con un canto a la esperanza.

Y con un canto también a la esperanza, esperanza llena de sublimidad, termina el otro trabajo en prosa, “Viaje a la eternidad”. El cual está dedicado a la estación de Martos. Y, aparte de referir de pasada el abandono de la misma -abandono que será motivo de nostalgia aún en el presente para muchos-, cuenta una historia de unas personas mayores de los años 80. Una situación que, de algún modo, puede darse todavía hoy en bastantes personas de la tercera edad, aunque con problemáticas diferentes, pero de idéntico dramatismo.

La historia de los protagonistas de la obra, Marcelo y Remedios, finaliza en las ruinas de la estación marteña, aunque no cito la localidad. Terminando el relato con una escena tremenda; mas mitigado el dramatismo con unos rasgos de esperanza sublime, como referí antes, por estar sostenidas tales personas una gran confianza en la eternidad junto a Dios Padre.