El Rincón de Paco Teva…EL VERDADERO AMOR
De Redacción | 14. noviembre 2011 | Categoría: Clásica, En Portada, Opinión | 3 comentarios ComparteTweetRaro es el día que no me quejo de las pocas, poquísimas, noticias gratificantes que vemos, escuchamos o leemos en los medios de comunicación. Es acongojante levantarnos y acostarnos, casi, con la misma jerga comunicativa que nos oprime el corazón y nos llena de zozobra, al pensar en el “puñetero” mundo en el que vivimos.
Cuando no es el sonsonete machacón de la “prima de riesgo”, que ha subido como la espuma ( no sé quién será Riesgo, pero debe ser un señor muy importante, cuando hablan tanto de su prima), es para decirnos que nuestro querido e idolatrado país está a punto de ser rescatado; da la impresión de que los países también zozobran como los barcos y hay que rescatarlos, eso sí, con euros en vez de con barcos de salvamento. También nos machacan con la hambruna del cuerno de África, pensando que nosotros los de a pié podemos hacer mucho. Que piensen en los mercaderes multinacionales que esquilman a los pobres en favor de sus insaciables bolsillos. Sin olvidar las palizas de los políticos con sus manidas y repetidas frases, que nadie entiende, pues creo que lo hacen a posta para que nadie se entere de algo que, casi nunca, es cierto. Por ejemplo: “Hay que aprovechar las sinergias de todos los grupos sociales, como acicate para avanzar en la lucha contra el desempleo y buscar los brotes verdes en el menor plazo. Y digo yo, que eso qué quiere decir en cristiano o en “román paladino”, como dirían los clásicos. Es que no sería más fácil decir que “todos tenemos que poner nuestro granito de arena y sumar, en vez de restar, como hacen ellos , sobre todo por lo que falta.
Pues bien, visto lo anterior, hoy he oído una noticia, que me ha sobresaltado y, dentro de la tragedia que supone, ha ensanchado mi corazón por la carga emotiva y de amor paternal que supone. La noticia es la siguiente: “En una carretera secundaria de la provincia de Córdoba, exactamente una, que va de Cabra a Castro del Río. Una carretera estrecha, con muchas curvas y sin quitamiedos en muchos trozos, un coche se ha salido de la carretera y ha caído en una fosa profunda. Los bomberos, que han intervenido para sacar a las víctimas, se han encontrado el cadáver de un hombre joven abrazado a su hijo de tres años, que ha salvado la vida. Ingresado en un centro hospitalario, está fuera de peligro.”
Me he quedado, cuando menos, conmovido y sin saber qué decir, con las lágrimas saltadas y un nudo en la garganta. Metiéndose en la piel de ese padre, se comprende cómo el hombre no pensó en él, sino en su hijito y su gesto de amor y de cariño le salvó, casi seguro, la vida. Qué prueba y qué muestra de amor tan sublime la de ese padre y qué ejemplo de amor paternal. Creo que este suceso, escuchado hoy, me gratifica y me compensa de tantas noticias malas y baladíes en la mayoría de los casos.
He traído a colación este tema, porque me ha tocado todas mis fibras sensibles y creo que es un tema para reflexionar: el amor de los padres para con sus hijos. Decía un sociólogo y gran filósofo que el amor de los padres es siempre mayor que el amor de los hijos. No sé si será verdad, pero esto demuestra con creces que puede ser así.
Es de esperar que a este hombre le pongan alguna medalla, aquí en esta vida, y yo la reivindico desde aquí, pero la que sí se ha ganado es la medalla del respeto y consideración de todos. La medalla de las lágrimas ajenas y de la alegría de corazón de sus semejantes.
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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho
Soy de tu misma opinión, para tal magnitud de compasión y amor hacia un ser tan próximo a uno mismo que todo lo negativo que nos rodea hoy en día se queda en un ínfimo peldaño. !!
Sr. Teva, me ha encantado que nos de un aldabonazo con este rasgo de sensibilidad y humanidad. Creo que nuestra sociedad debe humanizarse y dejar un poco correr ese materialismo exagerado. Con afecto.
Paco Teva, lo que más me gusta de tus escritod es que eres aseptico cien por cien. Expones reflexiones que a todos hacen pensar sin meterte con nadie. Creo que es lo mejor.