El Rincón de Paco Teva… POR QUÉ NO MÁS POESÍA
De Redacción | 9. abril 2013 | Categoría: Clásica, En Portada, Opinión | 2 comentarios ComparteTweetEn esta ocasión quiero presentaros, sin más preámbulos, dos poemas: uno escrito hace tiempo, CÁLIDA SINFONÍA y otro, que es el último escrito, AMANECER PRIMAVERAL. Espero os guste y si no es así, simplemente es cuestión de gustos, no de ideología, ni de orientación política.
CÁLIDA SINFONÍA
I
Me has mirado, te he mirado
a los ojos.
Cómplices en el amor, en la penumbra cálida,
sólo hablan los ojos.
Las palabras no quieren salir,
no quieren aflorar de nuestros labios,
que, sellados en un beso , interpretan
la melodía dulce y callada
de nuestro callado amor.
Los cuerpos enlazados, fuerza y pasión,
reciben sensaciones impensadas,
que embriagan los sentidos, despiertos ya,
en puro arte de caricias,
solos tú y yo.
Recordaba tu perfume en la soledad
de mi apartada oscuridad
y despertaban mis ensueños,
en rutilante claridad,
que, sin querer, estaban olvidando
toda la dicha, aún por disfrutar,
sin tener que hablarnos, sólo con mirar,
con miradas dulces, de dulce pasión,
mirando a tus ojos,
callado y sin voz.
II
Entre sábanas de “holanda”
de inmaculada blancura,
he recibido tu imagen, realzada,
con resplandores de luna.
La luz plateada de tu rostro
atrae las miradas de mis ojos,
queriendo de tu faz, amasada de aceituna,
la felicidad escrutar,
felicidad que tus ojos, rebosantes de ternura,
ya, no pueden ocultar.
Me hablan tus labios, me hablan
tus ojos,
me habla tu cuerpo bañado
de afán,
me habla tu piel de trigo
y de miel
y mi cuerpo amante se acerca
sereno,
hablando muy quedo, buscando
senderos,
de tan fértil campo todos los
senderos,
recorriendo amable el hermoso
cuerpo.
III
Tu cuerpo , que Eros regaló con su
fragancia,
ha despertado mis deseos más
ocultos.
La pálida luz de la alborada
se refleja, muda, en tu
desnudo
y mi cuerpo, absorto en la apatía
nocturna,
se embriaga con la imagen turgente
de tu carne, que enerva
mis sentidos
y sueña con jinetes y monturas,
con carreras, de inciertos
recorridos,
sin el freno mental de la
cordura.
El sudor impregna nuestros
cuerpos,
larga y vehemente ha sido
la aventura,
guerreros derrengados en el dulzor
de la lucha,
sigo mirándote a los ojos, espejos
de la luna.
AMANECER PRIMAVERAL
A
Je suis content.
Los efluvios y los radiantes rayos,
ampliados por bocanadas de aire tibio,
con reflejos anaranjados,
con pintas de avecillas ancestrales en sus nidos azulados,
me van sacando
de la estática versión de mis instintos profundos,
de anímicas polémicas,
enturbiadas por devaneos endurecidos,
en un apasionante ejercicio de revisión,
vivido y esperado dulcemente.
B
La tenue luz, apenas perceptible,
anticipo de alburas y fervor «orange»,
me va impresionando la retina
en episodios, no por repetidos,
menos emocionantes y sentidos.
La aurora eclosiona en un abanico cromático,
mosaico de colorido inigualable,
moteado de flores y carismas,
de una belleza espontánea e infinita.
Vuelos inciertos de aves seculares,
que, en el cielo imponderable,
dibujan estelas, siempre previsibles,
en locos vértigos y clamores recurribles.
C
El astro rey, lanzador de cuchillos afilados,
con la pátina de tonos de Vulcano,
expande sus luces infernales,
entre gorjeos de pájaros cantores.
La luz incierta, devorada
por la intensa claridad de un nuevo día,
invita a ejecutar, en plácidos requiebros,
las amorosas señales recibidas.
Je suis content.
La rutilante luz,
el sutil reflejo del calorcillo primaveral,
se han instalado en mi espíritu peregrino,
en las mismas cárcavas de mis campos,
hambrientos de colores perseguidos.
D
Je suis content.
Mis ojos, que han seguido las estampas,
cada día revividas,
despiertan, ávidos de luces nuevas,
a la eclosión imperativa una a una,
en un afán de respirar los sabores impensados,
de los maitines olorosos,
buscando, en un alarde insondable e imprevisible,
todas las esencias dibujadas por la luna.
Oh, ma chérie, je suis content.
Cortaré la flor de mis deseos para ofrecerte,
en un gesto de ilusiones,
mis ansias y mis cuitas, mis amores y mis dones,
con la fuerza primaveral de cada día.
.
Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho
Efectivamente, como dice el autor, todo en la vida es cuestión de gustos y mucho más cuando se trata de arte. Afirmado esto, tengo que decir que los poemas, que aquí se exponen me gustan y mucho. Su temática, su lenguaje, que lo emplea estupendamente, su expresión, su belleza, su libertad en la poesía, su sonoridad etc. me han impactado agradablemente. Te felicito Francisco.
Preciosa poesía Francisco.