El Rincón de Paco Teva…REFLEXIONES
No quiero acabar el mes de febrero, que le dicen el “mocho” por ser más corto que los demás, sin presentaros unos poemas que me parecen hermosos.
Hablando de febrero, este año es bisiesto y tenemos un día más de “febrerillo el loco”, que no es ni loco, ni demente, ni nada de nada. Ha pasado sin pena ni gloria, me refiero a lo de hacer sol y después llover como casi todos los años. No sé si en marzo y abril abundarán las lluvias, pues si no es así tendremos uno de los años más secos de los que yo he conocido. Parece como si tuviéramos una maldición, que se agrega a la ruina por otros conceptos, pero como no quiero empañar el DÍA DE ANDALUCÍA y ponerme triste, voy a referirme a otras cosas y hablar de esos dos poemas, que, quizá, puedan haceros reflexionar y relajaros de todos los embates de nuestra convulsa sociedad. Se refieren a cosas cotidianas y tienen la sencillez apropiada para recordarnos cuestiones, que, por su obviedad, pueden afectar a cualquiera de nosotros.
No quiero despedirme sin desearos un magnífico día de nuestra COMUNIDAD y aprendamos a sentirla muy dentro de nosotros y defendámosla de todas las penurias que puedan presentarse. Un cordial saludo.
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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho
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D Í A A D I A
Te recordaré con los ojos del primer día.
Te desearé con la pasión de todos los días.
Te amaré con la ternura del último día.
Envíame los efluvios de tu vida.
Recibe el perfume de mi brisa.
Amasa con tus manos las caricias presentidas.
Siento que mi corazón se diluye en la agonía.
Búscame, hazme reverdecer, quiero sentirte día a día.
Escucha la suavidad de mis empáticos susurros.
Olvida los fantasmas, aviva los sentidos, disfruta cada día.
Los años, que nos engañan de por vida,
pintan, con la pátina vivida,
recuerdos insolentes, pervertidos,
que nos hacen dudar de los halagos consentidos.
No vivas con las edades, que se olvidan.
Vive con la frescura redimida.
Vive, al fin, un día a día provechoso.
No pienses en fatalidades, piensa en ese día luminoso.
Recuerda los momentos positivos.
Olvida todo “affaire” hiriente, deslucido.
Culmina con fervor la fugaz andanza del
DÍA A DÍA.
L A F A M I L I A
En esta sociedad, de abundancia y bienestar,
que disfrutamos, sin tregua, cada día más y más,
me surgen muchas cuestiones, que yo quisiera expresar
para experiencia de muchos y para poder pensar
en otros muchos valores que nos pueden ayudar
para enjuiciar, con calma, en nuestro diario andar,
que no todas las presiones del consumismo, sin más,
configurarán la vida llevando felicidad.
Cuánta virtud olvidada, de vivencia sin igual,
puede uno revivir pensando que los demás
no son las hojas caídas, ni despojos de la mar,
que afloran en la resaca de la tempestad social.
Dónde están esas virtudes, que claman,
sin poderlo remediar,
que nos hablan del afecto, solidaridad
y bondad.
Sin doblez te quiero ver-mis padres a mí me decían-
La envidia te matará, aíslala de tu vida.
y qué decir del amor
ejércelo plenamente y nunca como el motor
de hipocresías refulgentes, que confunden, cuando menos,
a quienes son, tú lo sabes, nuestros amigos mejores.
No pretendo ensombrecer todo lo bueno y patente:
una sociedad avanzada de muy moderna semblanza
muy llena de cosas nuevas y nunca bien valorada.
Entre tan distintos dones, existe un bastión mayor
para conquistar con calma, la FAMILIA es el mejor,
la mayor joya lograda en ese tiempo andador,
un tiempo que cambia y cambia.
La conquista se ha logrado y ahí quedan grabadas,
grabadas en nuestra alma,
las esencias familiares, esencias de “nuestra casa”,
que van saliendo a la luz como panacea sagrada,
como bálsamo que cura las heridas mal sanadas.