El Rincón de Paco Teva… SAN AMADOR
En el año 2002 y con motivo de la Fiesta de nuestro Patrón San Amador, escribí un artículo titulado “ San Amador, Mártir”, artículo que se publicó en el periódico JAÉN y en “Día a Día”, revista marteña ya desaparecida.
En este año de 2011 y con la perspectiva de NUEVE años, me satisface volver a publicarlo en este medio, MARTOS AL DÍA, porque es un artículo al que le tengo profundo afecto y además creo que todo lo que se dice en él, como reflexiones de fondo, está, o mejor, siguen estando de candente actualidad.
Mi reconocimiento a todos los lectores de “Martos al Día” y desearles una muy feliz Fiesta de nuestro Patrón y que disfruten el artículo en la medida que es gratificante para mí.
SAN AMADOR, MÁRTIR
En vísperas de la fiesta de nuestro Patrón San Amador, me gustaría hacer algunas consideraciones.
Ante todo destacar, como siempre hago con mis alumnos, su “marteñía” y su calidad de mártir. Nació en Martos y vivió en el barrio histórico, en la Puerta del Sol, recuerdo de un Martos amurallado con distintas puertas, una de las cuales orientada al saliente, serviría de base para la toponimia de la ubicación de la vivienda. Aunque marchó pronto a Córdoba con sus padres, entre los marteños ha quedado la indeleble huella de uno de sus hijos, “el más honroso”, que muy pronto sería martirizado. Ordenado presbítero, vivió con celo la misión que Cristo encargó a sus apóstoles y, por ende, a él: dar testimonio de su fe y continuar la misión iniciada por los primeros cristianos allá en Jerusalén.
Eran tiempos difíciles en Córdoba, y no podía ser menos, pues pugnaban dos religiones, ambas con bastante implantación en el mundo civilizado, lo que suponía tensiones y, a veces, encarnizadas situaciones como la que hubo de sufrir aquel sacerdote, joven, de acendrada vocación, que diera sus primeros pasos en nuestro pueblo. El martirio llegó, con toda su carga trágica, consecuencia del fanatismo imperante, como ha llegado en tantas otras ocasiones.
Al hilo con lo anterior quiero dar algunos datos sobre la palabra “mártir”. Vocablo de origen griego, su acepción principal era “testigo”. A partir de las cruentas persecuciones que los primeros cristianos sufrieron por parte del Imperio Romano, la palabra “mártir” pasó a significar: “persona capaz de entregar su vida por dar testimonio de su fe, por ser testigo de Jesús”. Con el paso del tiempo y la lógica evolución, ha venido a significar: “persona que muere defendiendo sus creencias, sus ideas e, incluso, denunciando la injusticia, la pobreza, la opresión, la violación de los derechos del hombre……” Por eso si repasamos la Historia del mundo, en general, y la Historia de la Cristiandad, en particular, tenemos abundantísimos y verdaderos ejemplos de heroísmo y santidad: San Pedro, nuestro San Amador, Manuel Aranda Espejo–martirizado en Monte Lope Álvarez por dar testimonio de su fe–, Oscar Romero, obispo de San Salvador, Martín Luther King, el profesor Tomás y Valiente, Fernando Múgica, Gregorio Ordóñez y un largo etc.–mi más sincero homenaje a todos, aunque yo haya hecho una brevísima reseña–. Alguien podrá pensar que estoy confundiendo muchas cosas. Nada más lejos de la realidad, no es esa mi idea, sino destacar ese último significado y más actual de la palabra “mártir” : “persona que muere defendiendo sus creencias, sus ideas, ………” En una palabra, por no pensar igual que otros, que usando la violencia rompen los modelos de tolerancia, transigencia, solidaridad, justicia,…..Creo que sigue habiendo mártires todos los días, pues continúa habiendo personas que, con dignidad y valentía, defienden creencias, valores, estilos, políticas,….. y otras que no les permiten, amparadas en la violencia, su derecho a ser diferentes, a pensar de distinto modo.
Quisiera clamar como en aquellas “Catilinarias”: “quousque tandem abutere patientia nostra….”. ¿Hasta cuando van a estar abusando de nuestra paciencia los que no entienden de respeto, de tolerancia, de concordia, de justicia, ……, sino de todo lo contrario? ¿Cuándo acabará la violencia, la opresión, la muerte y la desolación por el sólo hecho de no pensar igual?.
Nuestro Santo Patrón San Amador nos sirva de guía y de acicate para defender “un mundo mejor” y que los mártires sólo existan en nuestro homenaje, veneración y recuerdo.
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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho