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5 de Junio «Día Mundial del Medio Ambiente»

Emilio J. López | Hoy 5 de junio de 2012  «Día del Medio Ambiente». Actos que se llevan a cabo para conmemorar este día, la primavera en pleno apogeo, los pájaros, las plantas, y nosotros disfrutando de ello.

Acabo de subir de sacar el perro. He metido su caca en una bolsa para no aportar más mierda a la que ya hay en los jardines del parque Manuel Carrasco.

Día del Medio Ambiente. Que mejor fecha para declarar que en Martos somos un poco guarros, o si lo quieres decir algo más suave, no somos muy cuidadosos con nuestro entorno… o quieres que la reflexión sea más amplia, nos queda camino para ser ciudadanos más comprometidos.

Pero, ¡¿Qué nos pasa?! Me indigna ver el estado de los jardines del parque un sábado por la mañana a eso de las 10:00. Y no responsabilizo a los que lo tienen que limpiar (que también), responsabilizo a los ciudadan@s, entre los que me incluyo. Me parece genial que se disfrute del parque, que se use el césped a pesar de que hay gente que cree que es solo para mirarlo. Pero es lamentable el estado en que queda después de una tarde y una noche de disfrute.

Latas, botellas, bolsas, tapones, papeles… Y esto no solo es en el parque. Vía verde, ferial, el entorno de la peña, el calvario, los Baños de Martos y numerosos puntos emblemáticos de nuestro pueblo, son ejemplo del desinterés de todos/as por el respeto. RESPETO en general.

A mi se me revuelven las tripas. Cada vez que veo un escenario de este tipo, hago el análisis y me remonto al momento en que la persona que se toma un litro, se come unas pipas, o se bebe una lata decide tirarla donde pille y se queda tan tranquila. Es una tontería, pero me da miedo. Me da miedo porque si esa persona es capaz de eso, es también capaz de cualquier cosa: (de pegarle a un perro, de limpiar su puerta a chorro limpio en épocas de sequía, de subir la avenida del parque a velocidades inapropiadas, de animar a su hij@ a que tire el papel ahí mismo, de recriminar al profesor si le llaman para forzar a su hij@ a que se esfuerce más en el cole, etc. etc. etc. Y así nos va.

Nos da lo mismo 8 que 80, y mientras los bancos nos roban, los políticos nos engañan y los que mandan nos manejan a su antojo según les convenga, nosotros seguimos a lo nuestro, disfrutando en el parque, paseando por nuestro entorno y limpiando bien nuestras puertas a chorro limpio para que vean que yo soy muy curioso/a, que a mi no me va tan mal y…. el que venga detrás que achuche. Y así nos va. Reflexionemos un poquito.

Feliz día del Medio Ambiente

Emilio J. López



El Rincón de Paco Teva…REFLEXIONES

No quiero acabar el mes de febrero, que le dicen el “mocho” por ser más corto que los demás, sin presentaros unos poemas que me parecen hermosos.

Hablando de febrero, este año es bisiesto y tenemos un día más de “febrerillo el loco”, que no es ni loco, ni demente, ni nada de nada. Ha pasado sin pena ni gloria, me refiero a lo de hacer sol y después llover como casi todos los años. No sé si en marzo y abril abundarán las lluvias, pues si no es así tendremos uno de los años más secos de los que yo he conocido. Parece como si tuviéramos una maldición, que se agrega a la ruina por otros conceptos, pero como no quiero empañar el DÍA DE ANDALUCÍA y ponerme triste, voy a referirme a otras cosas y hablar de esos dos poemas, que, quizá, puedan haceros reflexionar y relajaros de todos los embates de nuestra convulsa sociedad. Se refieren a cosas cotidianas y tienen la sencillez apropiada para recordarnos cuestiones, que, por su obviedad, pueden afectar a cualquiera de nosotros.

No quiero despedirme sin desearos un magnífico día de nuestra COMUNIDAD y aprendamos a sentirla muy dentro de nosotros y defendámosla de todas las penurias que puedan presentarse. Un cordial saludo.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho

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D Í A  A  D I A

Te recordaré con los ojos del primer día.
Te desearé con la pasión de todos los días.
Te amaré con la ternura del último día.
Envíame los efluvios de tu vida.
Recibe el perfume de mi brisa.
Amasa con tus manos las caricias presentidas.
Siento que mi corazón se diluye en la agonía.
Búscame, hazme reverdecer, quiero sentirte día a día.
Escucha la suavidad de mis empáticos susurros.
Olvida los fantasmas, aviva los sentidos, disfruta cada día.
Los años, que nos engañan de por vida,
pintan, con la pátina vivida,
recuerdos insolentes, pervertidos,
que nos hacen dudar de los halagos consentidos.
No vivas con las edades, que se olvidan.
Vive con la frescura redimida.
Vive, al fin, un día a día provechoso.
No pienses en fatalidades, piensa en ese día luminoso.
Recuerda los momentos positivos.
Olvida todo “affaire” hiriente, deslucido.
Culmina con fervor la fugaz andanza del
DÍA A DÍA.

L A F A M I L I A

En esta sociedad, de abundancia y bienestar,
que disfrutamos, sin tregua, cada día más y más,
me surgen muchas cuestiones, que yo quisiera expresar
para experiencia de muchos y para poder pensar
en otros muchos valores que nos pueden ayudar
para enjuiciar, con calma, en nuestro diario andar,
que no todas las presiones del consumismo, sin más,
configurarán la vida llevando felicidad.

Cuánta virtud olvidada, de vivencia sin igual,
puede uno revivir pensando que los demás
no son las hojas caídas, ni despojos de la mar,
que afloran en la resaca de la tempestad social.

Dónde están esas virtudes, que claman,
sin poderlo remediar,
que nos hablan del afecto, solidaridad
y bondad.

Sin doblez te quiero ver-mis padres a mí me decían-
La envidia te matará, aíslala de tu vida.
y qué decir del amor
ejércelo plenamente y nunca como el motor
de hipocresías refulgentes, que confunden, cuando menos,
a quienes son, tú lo sabes, nuestros amigos mejores.

No pretendo ensombrecer todo lo bueno y patente:
una sociedad avanzada de muy moderna semblanza
muy llena de cosas nuevas y nunca bien valorada.
Entre tan distintos dones, existe un bastión mayor
para conquistar con calma, la FAMILIA es el mejor,
la mayor joya lograda en ese tiempo andador,
un tiempo que cambia y cambia.

La conquista se ha logrado y ahí quedan grabadas,
grabadas en nuestra alma,
las esencias familiares, esencias de “nuestra casa”,
que van saliendo a la luz como panacea sagrada,
como bálsamo que cura las heridas mal sanadas.



El Rincón de Paco Teva… EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

Pero mira como beben los peces en el río…, campana sobre campana… a Belén pastores, a Belén chiquillos…es el sonsonete alegre y pegadizo que nos envuelve estos días de NAVIDAD. Los resplandores multicolores de las luces más o menos lujosas y sofisticadas, según el presupuesto asignado por los distintos ayuntamientos y que te envuelve como una nube de cromatismo incomparable.

El pulular de la gente de un lado para otro cargada de bolsas de distintas formas, colores y marcas. Las cuñas publicitarias en la televisión con los juguetes, las colonias, los alimentos…más originales, exóticos y maravillosos del universo. Los e-mails y los mensajes en el móvil deseándote FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO.

Las administraciones de loterías con las colas de gente esperando comprar ese número mágico, que nos haga millonarios, cosa tan aleatoria como la propia suerte. Claro que si no nos toca siempre pensamos que lo mejor es tener salud. Los dulces navideños que, para un goloso como yo, son la maravilla de las maravillas. Esto y un sinfín de cosas más, que excitan nuestros sentidos, nos hacen percibir por múltiples sensaciones que, nuevamente, llega esa fiesta entrañable y con distintos matices, según nuestras creencias, como es la NAVIDAD.

A veces, sin embargo, tiene un sabor agridulce y es que no todos pueden disfrutar de esos días, que decimos de paz y felicidad, con la familia y con la abundancia de recursos que se consideran normales. Hay muchas personas, desarraigadas de su país y de su familia, pidiendo a gritos trabajo y cobijo para subsistir, Jesús, cuyo nacimiento celebramos los creyentes, también fue extranjero y desarraigado en su nacimiento y nadie quiso darle cobijo, naciendo pobre y aislado de la gente , sin lujos ni solemnidades. Algo que, me temo, las personas de a pie no podemos solucionar, aunque nos produzca bochorno y mala conciencia.

Si, acaso, contribuir con nuestras pobres limosnas, nuestras oraciones y nuestra defensa a ultranza de los marginados y oprimidos, a paliar la situación paupérrima de las mismas. Sabor agridulce, también, por tanta gente como sufre enfermedades, aislamiento, discriminación, enemistad con amigos y familiares…, pero con sus luces, no sólo de neón, y sus sombras, la NAVIDAD es una fiesta tan sumamente significativa y sugeridora que todos nos volcamos por ser más felices en estos días y dejar las pequeñas, o grandes, rencillas aparcadas y pedir únicamente salud, felicidad y paz.

Hasta Jesús, tan denostado muchas veces, se hace carne todos los años, quiere estar con nosotros, todos los años se produce el milagro: el espíritu de la NAVIDAD para que podamos disfrutar de todas esas sensaciones maravillosas y para que nuestro sentimiento, nuestra vocación de creyentes se impregne de su venida y pueda contagiarlo a los demás.

Os deseo a todos Feliz Navidad y que el Año Nuevo os colme, al menos, de salud, felicidad y trabajo.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



DIARIO DE UNA MARUJA… NANEAR

Que en marteño significa hacer nada, cancanear, dejar pasar este tiempo lento, tamizado, como de reloj de arena por el que estamos atravesando a la espera de los grandes cambios. Es mi opinión personal, valga la redundancia. Mi opinión personal. Yo es que alucino cuando oigo decir esto. Que dan ganas de contestar: pero alma mía, si la opinión es tuya, es personal. En fin, bueno, venga, vale y todos los latiguillos con que adornamos las frases para ahorrarnos palabras, tema que desarrollaré en otra ocasión en que tenga que nanear. Que es lo que estoy haciendo en estos momentos: nanear, esperar por dónde nos van a meter los tijeretazos para poder emitir mi opinión personal, valga la redundancia. Los catalanes ya han abierto el camino.

Y además, en calentito, al día siguiente de las elecciones. Porque sí, porque compartida, la vida es Mas y porque las cosas hay que hacerlas en caliente, que eso gusta. Lo que ya no me gusta tanto-que el lector me saque de dudas si no es así- es la opinión, casi generalizada, de que nos merecemos todos los recortes que vendrán.

Y ese fatalismo que palpo en el ambiente, no me gusta nada, la verdad. Pero, en fin, bueno, venga, vale. Como diría la marteña que soy, “hay gente pa’ to”. Como hay gente que dice que el copago en realidad, será repago y que no puede haber una Sanidad de primera y otra de segunda. Que esa opinión personal la dijera algún votante del Pepé, me haría pensar. Sobre todo, en el valor de la fidelidad. Que me darían ganas de decirle: pero alma de cántaro, ¿de qué te quejas? Para mí, que no sería auténtico pepero. En fin, bueno, venga, vale.

El rasgo característico de la izquierda, según leo por ahí, es que de tan crítico como es con la izquierda, se hace criticón y se pasa. Concretamente, al otro lado. Pero bueno, en fin, venga, vale. Y como en este tiempo del mencionado naneo tienes que pensar aunque no tengas ganas, pues yo pienso que de haber estudiado en tiempo y forma, hasta dónde podría haber llegado. A alcaldesa, no, porque visto lo visto cualquiera puede llegar a ello sólo con gustarte. Otra cosa es que sirva. Y como estoy segura de no servir, pues naneo y pienso.

Concretamente ahora mismo estoy pensando en que los asesores de imagen dejan de nanear y cumplen. Lo digo porque en el último Pleno sólo se cortó el micrófono a la oposición una vez. O dichos asesores han dejado de nanear, o los 6.380 votos socialistas marteños de las pasadas elecciones han surtido el efecto necesario para calibrar que cuando se le corta el micrófono a la oposición, en realidad a quien se les está cortando es a esos miles de votantes. En fin, bueno, venga, vale.

Otro pensamiento naneante es el por qué declino las invitaciones que llegan a mi ordenador para entrar en las redes sociales y creo, sin temor a equivocarme que tal desidia se debe a que no quiero dejarme influir por las modas. En eso soy muy Ángela Mérkel. El parecido de nuestro fondo de armario, lo corrobora. Se ve claramente que los asesores de imagen de esta dirigente, nanean lo suyo. Los míos, o brillan por su ausencia o los determina las exigencias del mercado. Concretamente del mercadillo. Con el que de verdad tengo algo en común, -algo es algo- es con Rajoy: los dos nos teñimos las canas.

Trini Pestaña



El Rincón de Paco Teva… Juzgar o no juzgar

He conocido por los medios de comunicación, pues todos o casi todos lo han publicado, el caso del Juzgado de Instrucción nº 4 de Huelva. Caso, seguramente, singular por las especiales características que se enuncian en él: “Su Señoría archiva un caso en el que se había denunciado que el “Rey Baltasar”, en la cabalgata de Reyes del 2010, en sus lanzamientos de caramelos para la multitud, había lanzado uno con tanta fuerza que había impactado en el ojo de una espectadora lesionándoselo”.

Me gustaría hacer algunas consideraciones sobre este inédito caso en la Justicia Española.

En primer lugar, celebrar la actuación del Juez Pérez Minaya por el auto, que archiva la denuncia y sobre todo por los Fundamentos de Derecho en los que con profesionalidad y gran sentido del humor, algo tan escaso hoy día, expone las razones del archivo de una forma tan peculiar e hilarante, a veces, que no tiene un o más remedio que reírse:

–Este Juez debía abstenerse del caso al haber una relación de amistad y gratitud, pues toda la vida lleva recibiendo regalos de este “Rey” cada 6 de enero.

–Este caso debía corresponder al “Tribunal Penal Internacional” pues a lo largo de 2000 años y aunque se sabe que procede de Oriente, aún no se ha podido averiguar la nacionalidad de este Rey Mago. Indica, con gran ironía, que sería un caso, más bien, del Derecho Internacional Público.

–También afirma que en estos eventos de masas, y aunque se tomen todas las medidas de seguridad, pueden ocurrir accidentes que se escapan a toda previsión, pues son casos fortuitos con los que los asistentes tienen que contar.

Yo me planteo, seriamente, si no estaremos perdiendo la pinza y confundiéndolo todo. Se debería invocar JUSTICIA cuando hay una lesión de derechos palpable y flagrante, pero no por casos baladíes que lo único que hacen es entorpecer la, ya pesada y lenta, máquina de la justicia. Como mucho plantear una demanda civil para pedir daños a quien corresponda.

Creo que los ciudadanos de este país debemos aspirar a una justicia rápida y, como dice el art. 117 de la Constitución, administrada por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley. Todo lo demás es marear la perdiz y, a veces, buscar en la JUSTICIA intereses económicos, cuando no espúreos, para satisfacer nuestro EGO y alcanzar unos derechos que nos son impropios.

Termino esta reflexión y como dice el título JUZGAR O NO JUZGAR…..,creo que ante tal denuncia, tal auto de archivo.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



La Domótica que viene…Lara de Tucci

Lara de Tucci | No hace mucho se celebró en Madrid el Salón Inmobiliario; una feria que presenta, entre otras cosas, los últimos avances de lo que los técnicos han dado en llamar la domótica; la tecnología punta para dotar la vivienda de una inteligencia programada al gusto y necesidades de los usuarios. Una vivienda donde todo esté imaginado y realizado para facilitarle a los moradores de la misma la labor doméstica y que tengan un escape, tras las horas de trabajo fuera del hogar, hacia actividades de ocio, de expansión o, simplemente, de descanso más prolongado.

De la misma manera, amigo lector, que puede tener la información general de última hora con sólo enchufar el ordenador y acceder a Internet, sin tener que molestarse en ir al kiosco de Prensa; de la misma y fácil manera, digo, podrá dentro de poco accionar, por ejemplo, el microondas por medio del móvil desde su puesto de trabajo y darle a la comida que antes haya dejado dentro del artilugio la cocción deseada. Y quien dice el microondas, dice igualmente el lavavajillas y la lavadora, u ordenar que un pequeño robot se pasee, con unos movimientos como de juguete teledirigido, por todos los rincones del piso aspirando el polvo del suelo y dándole lustre al pavimento.

Pero dentro de todas estas ventajas y facilidades que tendrá el hogar de un futuro ya a la vuelta de la esquina -tan a la vuelta de la esquina, que ya hay quien las disfruta por ahí-, también contará con otras conveniencias incluso de mayor estimación. Sobre todo si los usuarios, viviendo solos, tienen alguna incapacidad que los haga dependientes de los demás; los de la tercera edad, y los que tienen especiales necesidades de ayuda para desenvolverse. Pues a su alcance y para facilitarle la existencia, la domótica ha ideado sistemas que, entre otras cosas, detectan escapes de agua, fugas de gas o el más insignificante conato de incendio; poniendo al instante las averías y las emergencias en conocimiento no sólo de los habitantes de la vivienda, sino, también, de los técnicos encargados de subsanarlas. Sistemas que incluso están capacitados para avisar de la eventualidad de algún intruso dentro del perímetro de la casa.

En estas viviendas, toda actividad casera estará programada por medio de livianos aunque sofisticados aparatos que se instalan en los lugares más idóneos. Como es el caso del ligero brazo articulado que le alcanza desde la mesita de noche a la cama, a quien tenga necesidad de ello, la bandejita con el vaso de agua y las pastillas a la hora estipulada para la medicación.

Claro que no se detienen ahí los avances de esta técnica de la domótica. Pues así como se puede leer MARTOS AL DÍA aunque estemos de vacaciones a mil kilómetros; también desde nuestros lugares de descanso vacacional lejos de casa, con el teléfono móvil se puede lograr que se rieguen las plantas del jardín o de la terraza; que se abra el agua de la cisterna para que el inodoro esté limpio e higienizado, y que se levanten las persianas y se corran las cortinas para ventilar convenientemente las habitaciones. O ver, a través de la pantallita del mismo móvil y para mayor tranquilidad de los desplazados, cualquier dependencia de la vivienda y comprobar que todo está en el orden en el que se dejó.

Ni mucho menos es aventurado decir, en estos tiempos en los que muchos valores se están perdiendo, que sería una domótica perfecta si, entre tanto adelanto, la técnica y la inventiva electrónica tuvieran también la ventaja de intervenir, ahora que las conductas correctas flaquean a fuerza de no practicarse, en el seno de los matrimonios que van a la deriva, para enmendar el declive de la familia y, sobre todo, para eliminar la violencia doméstica, que tampoco hay quien la pare. Pero eso no es asunto de los ingenieros electrónicos; eso es cosa de los textos de Humanidades, principalmente de la Religión, cuyos estudios desestiman cada vez más nuestra sociedad y buena parte de los representantes políticos que tenemos.



DIARIO DE UNA MARUJA…Noviembre y Recuerdo

Estoy que no paro. La culpa la tienen tantos eventos como hay en este atípico mes de noviembre. Para que luego digan que, cuando se nos marchan los estudiantes, Martos es un pueblo muerto. De eso, nada. Que ahora, con los mítines, el ambiente se alegra cantidubi, como diría la resurgida Leticia Sabater, pues como sabéis, los citados mítines están dando vidilla a este amuermado mes por excelencia. ¿Que los días tan cortos te dan bajón y te deprimes? pues te vas a que te echen el mitin y arreglado. Y aunque no me gusta dar consejos, el mitin te lo tiene que echar el contrario a tus ideas, más que nada, para comparar.

Yo es que en cuestión de consejos, no soy muy dada, la verdad. Y a nada que me contradigan, se me bajan las constantes vitales y desconecto. En eso soy muy custo. Sólo que yo no me atrevo a cortarle el micrófono a nadie porque me retrotrae a otras épocas y miedo me da. Y ya te digo, con la mente despejada, puedes remontar éste noviembre que nos ocupa, que es un mes que retrotrae al pasado. Yo, concretamente, recuerdo un pensamiento memorable que ahora mismo no sé si me lo dijo mi padre o lo he escuchado decir en un mitin. En todo caso, es un pensamiento de rabiosa actualidad dirigido, según las encuestas, a ese futuro que nos espera y lo transcribo aquí por si ayuda a recordar: “Que nadie tenga tanto como para arrodillar a nadie ni que nadie tenga tan poco como para ser arrodillada” Y con esa frase como bandera, obraré. Es lo que pienso hacer el día 20: obrar. Obrar también lo aplicaba mi abuela al evacuar fisiológico, eufemismo que, al recordarlo, me retrotrae.

Los lectores dirán que me está saliendo una crónica de azúcar lerelerele un tanto retrospectiva. Yo no lo veo así. Es una manera como otra de recordar a mis queridos muertos en este mes tan suyo mientras esperamos la venida de los cigarrones. Otra expresión muy marteña que me retrotrae. Y es que ahora cualquiera se cree en la necesidad de echarte el mitin. ¡Con decir que hasta los curas se nos han hecho mitineros y a nada que te descuides, te aconsejan a quién tienes que votar…! Dato que también retrotrae, a qué negarlo.

Asimismo, este mes de noviembre recuerda el día de la no violencia contra las mujeres. A este respecto sólo diré que las mujeres seguiremos saliendo a las calles para reivindicar que nadie es de nadie, que no es otra cosa que rechazar la violencia y el maltrato hacia las mujeres, pero creo que son los hombres los que tienen que posicionarse. Para que los maltratadores vean que ya, a muchísimos de ellos, el silencio no les hace cómplices. Hombres que están dando un paso al frente, organizándose y creando asociaciones de “Hombres contra el maltrato” Desde aquí mi olé más sincero para ellos porque sin que nadie les aconseje, no permanecen pasivos ante la violencia.

Lo que sí me atrevo a aconsejaros, es un viajecito. Podréis argumentar que el citado mes de noviembre no es el más adecuado para el dispendio, pues nos estamos liquidando medio sueldo en comprar lotería por aquello del porsi, pero os recuerdo que no lleváis razón. Tal placer lo podemos llevar a cabo con los cuatro o cinco euros que el bipartito ha tenido a bien rebajarnos de los impuestos. Para llegar a Jaén, nos da.



Mejor que no crispen los Políticos…Lara de Tucci

Lara de Tucci | Entre los ciudadanos existe la creencia casi general de que, por parte de los políticos, todo vale en campaña electoral. Y, desde luego, muchos de éstos -sálvense quienes puedan- no se hacen valer con prudencia para desdecir, siquiera en parte, la adversa opinión que fomentan entre los votantes. Más bien actúan aviesamente, llevados por la astucia y la demagogia a la hora de captar votos.

Hartos estamos de comprobar a través de los medios de comunicación o directamente in situ, en los mismos mítines que se organizan cuando llegan unas elecciones, cómo incluso hay aspirantes a algún puesto político en los diferentes ámbitos territoriales que dejan bastante que desear con sus palabras poco creíbles, nada congruentes, y, además, de talante difamatorio para con los adversarios; para con los que se esfuerzan por optar al mismo puesto desde otra formación. Unos defectos que tienen bastantes de los que pretenden gobernarnos y administrar nuestros patrimonios locales, comunitarios o nacionales; crónicos defectos, en fin, a los que estamos acostumbrados. Ante los cuales los electores se comportan, generalmente hablando, de diferentes maneras, según sean las tendencias que se observen y según las simpatías que se tengan por los políticos del momento. Hay electores que, ante las argucias electoralistas de los políticos, se dejan llevar por el entusiasmo y aplauden sin reservas a quienes les mienten descaradamente.

Por otra parte están los que de alguna manera se sienten decepcionados con las frases llenas de bulos y así van perdiendo paulatinamente la confianza puesta de antemano en sus representantes. Otros, en cambio, por tener inclinaciones políticas diferentes, no soportan los engaños y, en sus crispaciones más o menos disimuladas, se constituyen abiertamente en detractores de los que pretenden cambiar las intenciones de voto manipulando datos y referencias.

El grupo de los primeros “traga”, por decirlo de alguna manera, con el aluvión de promesas que sus candidatos lanzan con habilidades muy estudiadas desde el seno del partido y no exentas de dialécticas poco o nada recomendables. Pues esos candidatos saben muy bien que a veces prometen proyectos y realizaciones que, con harta frecuencia, no aparecerán por ninguna parte después, al final de las legislaturas. Y están al tanto de la misma manera, y eso les vale a ellos, de que aunque los simpatizantes y seguidores escuchen sus discursos repletos de compromisos electorales difíciles de lograr, éstos introducirán los votos con sus nombres en las urnas con la esperanza de que, al menos en parte, las papeletas sirvan para ningunear o zaherir a los miembros de los partidos rivales.

Pero, por suerte, no todos los políticos están cortados con el mismo patrón; pues los hay que centran sus mensajes únicamente en las posibilidades que creen que les van a ofrecer las circunstancias si llegan al Poder. Éstos son los políticos, por lo demás, que no se ensañan con los de las otras formaciones y trabajan con desinterés personal, sólo llevados por la tarea de elevar el bienestar de los ciudadanos en todos los terrenos donde transcurre la vida de los mismos.

Y podemos asegurar también que son los políticos o aspirantes a serlo que con honestidad engrandecen el ejercicio de la política y ennoblecen la actividad pública; siempre necesitada de gobernantes comprometidos que estén al servicio de la ciudadanía. Ellos, fuera de los grupos de inconformistas de siempre, los partidarios de la descalificación “porque sí”, no crean divisiones en la población; rebajan considerablemente las dosis de crispación que otros por desgracia fomentan, y, por consiguiente, logran del pueblo que la confianza en los parlamentos y en los ayuntamientos se mantenga en unos niveles, por lo menos, aceptables. De ahí que cuenten finalmente con el respeto y las simpatías de todas aquellas personas que, en general, no soportan las falsedades de quienes las gobiernan o pretendan gobernarlas.



El Rincón de Paco Teva…EL VERDADERO AMOR

Raro es el día que no me quejo de las pocas, poquísimas, noticias gratificantes que vemos, escuchamos o leemos en los medios de comunicación. Es acongojante levantarnos y acostarnos, casi, con la misma jerga comunicativa que nos oprime el corazón y nos llena de zozobra, al pensar en el “puñetero” mundo en el que vivimos.

Cuando no es el sonsonete machacón de la “prima de riesgo”, que ha subido como la espuma ( no sé quién será Riesgo, pero debe ser un señor muy importante, cuando hablan tanto de su prima), es para decirnos que nuestro querido e idolatrado país está a punto de ser rescatado; da la impresión de que los países también zozobran como los barcos y hay que rescatarlos, eso sí, con euros en vez de con barcos de salvamento. También nos machacan con la hambruna del cuerno de África, pensando que nosotros los de a pié podemos hacer mucho. Que piensen en los mercaderes multinacionales que esquilman a los pobres en favor de sus insaciables bolsillos. Sin olvidar las palizas de los políticos con sus manidas y repetidas frases, que nadie entiende, pues creo que lo hacen a posta para que nadie se entere de algo que, casi nunca, es cierto. Por ejemplo: “Hay que aprovechar las sinergias de todos los grupos sociales, como acicate para avanzar en la lucha contra el desempleo y buscar los brotes verdes en el menor plazo. Y digo yo, que eso qué quiere decir en cristiano o en “román paladino”, como dirían los clásicos. Es que no sería más fácil decir que “todos tenemos que poner nuestro granito de arena y sumar, en vez de restar, como hacen ellos , sobre todo por lo que falta.

Pues bien, visto lo anterior, hoy he oído una noticia, que me ha sobresaltado y, dentro de la tragedia que supone, ha ensanchado mi corazón por la carga emotiva y de amor paternal que supone. La noticia es la siguiente: “En una carretera secundaria de la provincia de Córdoba, exactamente una, que va de Cabra a Castro del Río. Una carretera estrecha, con muchas curvas y sin quitamiedos en muchos trozos, un coche se ha salido de la carretera y ha caído en una fosa profunda. Los bomberos, que han intervenido para sacar a las víctimas, se han encontrado el cadáver de un hombre joven abrazado a su hijo de tres años, que ha salvado la vida. Ingresado en un centro hospitalario, está fuera de peligro.”

Me he quedado, cuando menos, conmovido y sin saber qué decir, con las lágrimas saltadas y un nudo en la garganta. Metiéndose en la piel de ese padre, se comprende cómo el hombre no pensó en él, sino en su hijito y su gesto de amor y de cariño le salvó, casi seguro, la vida. Qué prueba y qué muestra de amor tan sublime la de ese padre y qué ejemplo de amor paternal. Creo que este suceso, escuchado hoy, me gratifica y me compensa de tantas noticias malas y baladíes en la mayoría de los casos.

He traído a colación este tema, porque me ha tocado todas mis fibras sensibles y creo que es un tema para reflexionar: el amor de los padres para con sus hijos. Decía un sociólogo y gran filósofo que el amor de los padres es siempre mayor que el amor de los hijos. No sé si será verdad, pero esto demuestra con creces que puede ser así.

Es de esperar que a este hombre le pongan alguna medalla, aquí en esta vida, y yo la reivindico desde aquí, pero la que sí se ha ganado es la medalla del respeto y consideración de todos. La medalla de las lágrimas ajenas y de la alegría de corazón de sus semejantes.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



DIARIO DE UNA MARUJA…Empezando Noviembre

Gracias, amigos y amigas, muchas gracias por vuestras palabras de ánimo. Mil gracias porque siento sobre mi persona vuestras miradas cómplices, hecho que os agradezco en toda su valía. Por ellas sé que me habéis leído. El que también lo tiene que saber, es el administrador de esta página, pues las visitas están subiendo como la espuma sin necesidad de incluir en los comentarios violencia verbal. Y digo esto porque los comentarios de algunas páginas de éste Internet que nos gobierna, no son ya subidos de tono, sino claramente violentos, destilando un odio antiguo, ancestral y mezquino, escritos con la impunidad que da el anonimato, rifirrafes con una virulencia que, al leerlos, da pavor. Lo que me lleva a pensar que la crisis no está siendo sólo económica, sino de valores.

Y aunque ahora no nos demos cuenta, esa violencia nos divide, está ahí, la estamos fomentando y dentro de poco, nos pasará factura. Esta es una reflexión que yo me hago, así, a lo tonto, en éstas mis crónicas de azúcar lerelerele por ver si alguien me secunda. Podéis estar o no de acuerdo conmigo, pero de esta manera lo veo y creo que no voy descaminada. Como tampoco voy descaminada, queridas amigas, (parezco la mítica Elena Francis de aquella radio en blanco y negro) al decir que hagáis un esfuerzo y asistáis a la Escuela de Aceite. Y no sólo porque el bipartito haya tenido la buena idea de continuar dicha Escuela que el gobierno socialista comenzó hace dos años, (ya que no lo dijeron ellos el día de la presentación, aprovecho esta página para recordarlo) sino porque el tema de nuestro aceite, se lo merece. Creo que un marteño, una marteña, tiene que saber la diferencia que hay entre un virgen extra y un aceite de oliva, por poner un ejemplo.

Para vender nuestro aceite, tenemos que conocerlo y, mismamente aprender de los asturianos vendiendo su leche Esa es una verdad como un templo. La mencionada Escuela del Aceite de Oliva Virgen, se imparte en las instalaciones de la Cooperativa San Amador y es gratis. Y hablando de gratis, lo que parece que va a cambiar dentro de poco, según está rulando por ahí, va a ser la Sanidad Pública. Dicen que la privatizarán. ¡Nos ha jodío…! Perdón por la interjección copulativa, queridas amigas, pero el tema tiene enjundia y se me ha escapado. La culpa la tiene Sálvame, esa escuela de humanidades de la que soy acérrima defensora, pues habéis de saber que viendo dicho programa, se aprende mucho.

Yo, concretamente, he pasado de ser una redomada pusilánime, a tener la rapidez mental de la que antes carecía. Y a nada que me digan, suelto una verborrea exaltada y sin sentido que para sí la quisiera un concejal de cultura. No os digo más. A la presente me remito. Otra escuela, no sé si de moderación, de creatividad, de buenas prácticas o simplemente de sensatez, es la de la crisis. Ya lo dijeron los expertos en su día: la crisis nos hará cambiar de mentalidad. De mentalidad no sé yo, visto lo visto, pues cuando nos hablan de retrocesos en las conquistas adquiridas con tanto esfuerzo, nos resistimos a dar nuestra confianza al que las propugna. Tanto es así que, cuando me piden unos céntimos por las bolsas del súper, me revelo y me sale el concejal de cultura que llevo dentro, con su violencia verbal incluida y, ¿qué creéis que hago? Pues sacar del cajón las talegas del ajuar, so mal pensadas…



El Rincón de Paco Teva…EL VERANILLO DE TODOS LOS SANTOS

Los últimos días del mes de septiembre han sido siempre un añadido del verano y hemos disfrutado de un veranillo, el “Veranillo de San Miguel”, mucho más suave que en los rigores del estío propiamente dicho. Esto ha permitido a muchos, que no han podido veranear en los meses de julio o agosto, disfrutar de la playa o de la montaña con un clima excelente y sin los agobios de esos meses típicos y tópicos de veraneo. A mí, particularmente, me gustan más los meses de julio y agosto, será porque soy masoca, pero hay mucha gente que prefiere septiembre, por haber menos aglomeración de turistas en los sitios de veraneo y porque el clima es más benigno. También, y todo hay que decirlo, los precios son inferiores a los que se manejan en esos meses centrales del verano, la llamada “Temporada Alta”, aunque, para la calificación de los hoteles, septiembre, también, está incluido en ella, sin embargo en la práctica los precios bajan. Eso ocurre y ha ocurrido en la generalidad de los años, no obstante llevamos algunos, no sé si será ese tan traído y llevado “cambio climático”, que, como ocurre éste, estamos en las terrazas de los bares a fecha treinta y uno de octubre y muy a gusto y con una ropa liviana, porque si nos abrigamos un poquito, inmediatamente tenemos calor.

Verdaderamente si todo el año tuviéramos un clima así, sería un paraíso, es mi opinión. Pero, claro, las cosas no son tan sencillas, ni tan obvias, pues, como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos y si el buen tiempo conviene a los empresarios de hostelería, a vendedores ambulantes, camioneros, albañiles etc., y, como no, para todos nosotros que el buen tiempo nos permite pasear, hacer deporte etc. No es lo mismo para nuestros agricultores, que dependen del agua para que la cosecha de aceituna sea importante y gratifique los esfuerzos de todo el año. Es necesario, en los prolegómenos de la recolección, que llueva y la aceituna gane peso y aceite antes de que sea recogida y molturada, máxime cuando, ahora, los entendidos en las nuevas tecnologías agrícolas, consideran que el aceite de más calidad es el que se obtiene de la aceituna, aún, un poco verde. Para estos agricultores de vanguardia la recolección está a punto de comenzar. Por todo ello, y aunque sea un sacrificio para muchas personas, es necesario que cambie el tiempo y llueva, llueva con abundancia y sin producir daños que malogren una cosecha esperada a lo largo de un dilatadísimo año de mimos y cuidados casi paternales.

Quiero acabar este artículo aconsejando paciencia para todos los que desean el buen tiempo y no lo tienen y los que desean que cambie y no cambia , pues en esto si que nuestro margen de actuación es limitado, será lo que Dios quiera y tendremos que seguir acatando sus designios.

Os presento, como hermoso epílogo, un sencillo poema que refleja mi visión de mi pueblo y de mi barrio en este tiempo de otoño, que, a pesar de su aparente tristeza, para mí es evocador y de una sutil belleza.

DESDE MI VENTANA

Desde mi ventana veo el cielo azul,
los pájaros que cantan la hermosa
melodía de la paz, la vida y la quietud.

Las hojas, con su oscuro verdor,
contrastan con la plata de los troncos:
espejos que quieren expandir el Sol
en un abanico de hermoso resplandor.

Siento que mi corazón se quiere derramar
para inundar con sus pétalos de amor
la limpia hermosura de una mañana otoñal,
que me aleja, en una sublime ilusión,
de la realidad pérfida y vulgar
de un día cualquiera, con su trágico pasar.

Los tibios y brillantes rayos de Sol
reverberan en los rojos ladrillos,
que exhalan como un vaho misterioso,
y espejean en la recatada albura
de una multitud de fachadas, escalonadas sin fin,
como rocas caprichosas, que van buscando la luna.

Desde mi ventana quiero recibir intacta
la nueva canción del calor, la luz y la alegría;
no quiero los falsos acordes del fragor
de la guerra, el hambre, la muerte y el horror.

.

Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho

Imagen de la Aceituna cortesía de landahlauts



El «Más Allá»…Lara de Tucci

A Manuel Higueras Ávila, in memoriam.

Lara de Tucci | Es verdad que la cuestión del “más allá” nos la planteamos todos los humanos más o menos seriamente muchas veces a lo largo de nuestra existencia; bien en privado, bien con familiares y amigos cuando alguien del entorno destapa el tarro de ese misterio insondable para nuestro cerebro. Pero es por la fiesta de Todos los Santos cuando las gentes de nuestra cultura profundizamos a cerca del tema con mayores indicios de racionalidad.

Y eso que con la moda de las incineraciones, no muy asumidas todavía por las mayorías, hay quienes apuestan por correr un tupido velo -nunca se va a conseguir eso ni siquiera incinerando los cuerpos- entre las realidades de este mundo y el “más allá”, con objeto de que sus mentes se ocupen sólo de las facetas de esta vida; las facetas terrenales.

Terrenales sí. Pero, si no son las efímeras realidades de todo lo que nos rodea y que están delante de nuestros ojos, ¿cuáles son las realidades que nos hacen pensar en el otro mundo? ¿No está nuestro pensamiento inmerso en el “más allá” cuando ponemos un lindo ramo de flores sobre una tumba o delante de un nicho? ¿No pensamos en la vida de ultratumba cuando estamos aturdidos porque no conseguimos llenar el abstracto hueco que un ser querido ha dejado entre nosotros? Y eso que en dicho hueco muchas veces son los dolientes quienes intentan introducirse para hacerlo, de ese modo, más soportable si eso es posible.

Con los enterramientos tradicionales o con las incineraciones de moda, el “más allá” nos acompañará mientras vivamos en aquello que aquí nos anima, y así, hasta que lo experimentemos cada uno de una forma particular y personal. Además no deja de sorprendernos su compleja realidad de fenómeno tan colectivo y universal como colectivo y universal es el antro -hablando en sentido metafórico y profano- donde se incluye edificado de insustancial eternidad.

Pero para nosotros los cristianos, también para los judíos y mahometanos, y también para los de todas las otras religiones que no están influenciadas por la reencarnación, el “más allá” es una meta situada al final de este estadio olímpico en el que corremos masivamente sin poder eludir los obstáculos que cada uno encuentra al correr la distancia que le es propia. Y tan masificada está la carrera, que son olas de mareas humanas las que compiten en pos del fin de la prueba.

Los obstáculos de tal carrera son ciertos, y muchos, de envergadura (guerras, hambrunas, injusticias, desajustes sociales, odios, rencores…Eso, sin contar con las enfermedades y los desastres naturales); con esa configuración de tremendismo que la maldad del hombre es capaz de imprimir a los acontecimientos del día a día por el ancho mundo. Así, hasta el final; hasta que los músculos de la condición física y, sobre todo, moral pierdan la energía de proseguir, aunque sea andando, y la energía de levantar escollos donde los semejantes tropiezan y caen una y mil veces.

Decía antes que aquí, en esta carrera global que suponen nuestras vidas en acción, es donde recreamos el “más allá”; que nos recogerá a todos y en el cual pensamos porque quisiéramos que fuera inalcanzable. Craso error si estuviera en nuestras manos conseguir tal propósito. Pues sería una descomunal desventura dar mil rodeos en la misma pista para alcanzar la meta; ya que en tales rodeos nos toparíamos una y otra vez con las penalidades ya antes experimentadas, y entonces los contratiempos nos sacudirían con machacona repetición en cuantas vueltas diéramos.

El “más allá” -sus incógnitas nos deben estimular a los creyentes a través del mensaje evangélico- está ahí. Es una meta llena de ventura eterna; que espera a quienes, principalmente, corren en el estadio de la vida a la misma vez que, con esfuerzo superior, van reduciendo los obstáculos de la prueba para que los que van junto a ellos y los que les sigan detrás encuentren la pista expedita de las dificultades que constantemente nos vienen entorpeciendo la marcha inexorable. Que, por otra parte, también son dificultades que nos avisan de que Dios nos está esperando al traspasar la línea de llegada.



Trini Pestaña… Vuelve el DIARIO DE UNA MARUJA, en Martos al Día

Hola, amigos y amigas. Vuelvo a las andadas. Quiero decir que regreso a los medios, como ahora se dice, esto es, a mis comienzos reporteriles. Y lo hago con el mismo encabezamiento que tantas satisfacciones me aportó en la otrora desaparecida revista marteña Día a Día; pues creo que, en este sentido, en el de salir a las calles de nuestro bendito Martos y contar lo que está pasando, hay un hueco vacío que está deseando que alguien lo cubra. Y he pensado que ese alguien podría ser servidora, abanderada Maruja desde hace lustros. Y no creáis, se me han venido a la sesera multitud de encabezamientos para este mi retomado quehacer periodístico, como por ejemplo ”Gota Malaya”, pero luego pensé que ese título ya estaba cogido por otra marteña y lo deseché por aquello del plagio. Me coge la buena mujer copiándole el alias o mejor, el nombrajo, que me gusta más por ser un palabro más nuestro, y me da miedo pensar lo que pudiera llegar a hacerme. Además de que ese nombre me retrotrae a épocas medievales ¡y me da un yuyu…! ¡Quita, quita! ¡Será por títulos y titulillos! De manera que ya lo sabéis, queridas mías, me quedo con Diario de una Maruja. Desde ahora, Diario de una Maruja os hará las crónicas de azúcar lerelerele de casi todo lo que sucede en nuestro amado pueblo. Y digo casi todo porque me sería imposible, aunque quisiera, dar cuenta de todo lo que está pasando en Martos. ¡Son tantas cosas! Crónicas en clave de humor, por supuesto. Que para tristezas, ya tenemos bastantes con las que vemos a diario más las que cada cual arrastra.

Cierto es que este medio no es el soporte más idóneo para que mis queridas congéneres, (las muchas abanderadas Marujas que me demandan, desde que la mencionada revista cerró, que les cuente noticias y más noticias) puedan seguirme en mi andadura, pues Internet no es su fuerte, (gesto que yo, personalmente alabo, puesto que a las amas de casa nos falta tiempo material para todas las actividades con las que rellenamos nuestra vida). Pero todo se andará. Nada tiene que me las haga imprimir en soporte papel y, a modo de octavillas, las haga circular por todo Martos. Sí, porque temas humorísticos, los hay a montones, y más ahora. Y es que… ¡cómo somos los marteños! Yo es que me troncho, empezando por mí, pues, como sabéis, el humor debe empezar por reírnos de nosotros mismos. Yo así lo hago, y nada más empezar el día, el espejo y yo somos un taller de risoterapia, de los que ahora imparten por doquier. Así que si a alguno se le ocurriera minar mi autoestima poniendo en evidencia mis defectos, que sepan que a estas alturas ya me los sé y los tengo asumidos. Y es que como digo, a nada que nos raspen un poquillo, los marteños somos cachondos hasta el paroxismo, hasta decir basta y basta. Unos más que otros, también hay que decirlo. Que las gracias de la Madre Naturaleza, parecen repartidas a lo loco.

De lo último que me he enterado y que pongo en vuestro conocimiento, aunque sé que hace días que está rulando por todos los mentideros, es el caso de la Casa del Pueblo II. En dicha casa, sita en la calle Triana, dicen que hay más socialistas que en la titular. Y el bipartito, que lo sabe, ha decidido tener el detalle de engrosarla aún más. Así, todos juntitos, como en los guetos. Ahí tenéis una muestra del humor que nos gastamos. De antología antológica. Humor del bueno, aderezado con una pizca de mala leche, una chispilla de retranca, un pellizco de represalia y dos repurgos de resentimiento. Es el que mejor resultado nos da, y a mí, que se me pega todo lo que veo, voy a ver si lo copio. En ello estoy. Por lo pronto, pongo mi repurgo a vuestra disposición. Y en la próxima entrega, el siguiente.

Foto: Juan Carlos Fernández



Audaz reflexión para la historia…Lara de Tucci

Con esta entrada sobre la Reconquista, que sin duda dará que hablar, estrenamos columna de Lara de Tucci en Martos al Día. Quincenalmente nos traerá sus reflexiones y escritos a esta ventana. Bienvenido y gracias, Antonio. Recordamos que, respetando la libertad de opinión y de prensa, las opiniones vertidas tanto por Lara de Tucci como por el resto de colaboradores corresponden a sus autores exclusivamente y este medio no tiene por qué compartirlas.

Lara de Tucci | En la proximidad del día de la Hispanidad podemos descorrer el velo de los tiempos y situarnos en el 2 de enero de 1492; fecha en que los Reyes Católicos, tras la toma de Granada, pusieron fin a la dominación árabe en nuestra Península Ibérica. Fecha que quedó grabada con caracteres indelebles en nuestros anales, ya que fue la que clausuró ochocientos años de generosidad y de valentía ejemplares por parte de muchas generaciones. Virtudes estas (en ocasiones, manchadas por la desidia, por el abandono e, incluso, por la traición: defectos que también anidan en la condición humana) que nunca dejaron de profesar los españoles que intervinieron en la Reconquista, y que fueron casi todas las personas de aquellos siglos. Pues hay que hacer constar que pocos nuestros antepasados de entonces se libraron de participar, cada cual según sus posibilidades y su rango, en la causa común de expulsar a los musulmanes de nuestro territorio.

Tras la tristemente célebre batalla del Guadalete, el 19 de julio del año 711, en la que Don Rodrigo fue derrotado junto al lago de la Janda, y la rápida expansión por las tierras hispanas de los hijos del desierto, un grupo de esforzados cristianos se refugió en las montañas de Asturias -la tradición dice que bajo la protección de la Virgen de Covadonga- y, al mando de Don Pelayo, los componentes del mismo iniciaron una contraofensiva que no cejaría hasta la recuperación, muchas generaciones después, del suelo ibérico en su totalidad.

La Reconquista fue una empresa que deja atónitos a cuantos, desde la perspectiva de nuestros días, la contemplan a través del enorme conjunto de documentos que nos la reflejan. Y eso que nunca se podrá plasmar, con total exactitud, el gigantesco esfuerzo que requirió de los hispanos de entonces: la cantidad y la magnitud de los sucesos que la configuraron y que tan felizmente la culminaron, jamás llegarán a contarse con la precisión y justicia que con toda seguridad merecieron.

Téngase en cuenta, además, que, durante ese extenso período de tiempo, España nunca dejó de trabajar por la Cultura y por el desarrollo de muchas actividades. No sólo eran el derroche de energías, el valor y el derramamiento de sangre que la expulsión de los invasores exigía, sino que, en épocas de paz, había también que sacar fuerzas de flaqueza para sentar las bases de lo que iba a ser el imperio más grande de la tierra. A las luchas titánicas, donde se posponían todos los intereses materiales para que prevalecieran los de la fe y el corazón, les sucedían grandes empresas de otra naturaleza: fundación de Universidades; construcción de hermosas catedrales y otros monumentos; multiplicación de manuscritos para la difusión del Saber; planificación del urbanismo en las ciudades; apertura de caminos; impulso al comercio y a los gremios artesanales; roturación de nuevas tierras… Todo, sin descuidar la administración publica; para lo cual, los diferentes monarcas convocaban a los nobles y a los representantes de los concejos a Cortes. Después de derramar la sangre, había que verter el sudor para que éste restañara las heridas de la guerra. Y luego, vuelta a empezar: eran unos ciclos que se sucedían ininterrumpidamente, reclamándoles a los hombres todo el sacrificio que los acontecimientos iban requiriendo de ellos. En ocasiones, ni siquiera se contaba con el lapso de tiempo suficiente que permitiera el descanso del cuerpo y el sosiego del alma entre las actividades de la guerra y los trabajos de la paz: la coraza, la loriga, la espada y la ballesta eran compañeras inseparables del cetro, de la mitra, de la pluma, del cincel y del arado.

Fue la Reconquista un empeño formidable que bullía en la mentalidad de todos los hispanos que vivieron aquella dilatada época, a los que muy bien les podría venir el calificativo de mitad dioses, mitad héroes. Tanto es así, que se puede afirmar que tal proeza supuso para España un difícil y complicado embarazo que terminó con el alumbramiento de América. Y, a fuer de ser audaces, se puede añadir que la colosal hazaña del Descubrimiento, así como las posteriores colonización y civilización del Nuevo Mundo sólo pudieron ser realizadas por el pueblo español; a quien Dios había ido forjando con un severo e inflexible ejercicio de ánimo durante ocho siglos de batallar incesante. Opiniones estas que se sustenta si sopesamos todos los hechos de la Reconquista a través del prisma de la Fe, antes aludida.

Hoy, cuando el mundo se desenvuelve fuera de la órbita religiosa, cuando a todas las cuestiones se les busca una respuesta humana -aunque a veces es imposible encontrarla por este método-, resulta difícil imaginar a Dios interviniendo en asuntos de tal naturaleza. Pero, por mucho que se persiga una explicación convincente al descubrimiento de América, desestimando los planes divinos, no acierta uno a dar con la fórmula que provocara la histórica proeza. Pues para realizarla hacían falta unos seres -los españoles-, cuyo espíritu estaba templado en el yunque de un sacrificio ocho veces centenario; alentado el ánimo de todos ellos por la esperanza en Dios y agigantado su genio combativo en las formidables luchas de la Reconquista. De otra manera, ¿cómo sólo un puñado de estos hombres -en el sentido coloquial de la palabra- hubiese sido capaz de dominar primero y transmitir su sangre y su cultura después a los indígenas de unos territorios cuya superficie sobrepasa en más de veinticinco veces la de la tierra que los vio nacer, y con unos accidentes geográficos tan pronunciados, que, comparados con los de España, hacen de la mayoría de éstos simples desniveles de terreno?



Un Marteño en Murcia: EL ANCIANO DEL PUEBLO

Lo que relato en este cuento, me ha pasado a mí, que salí de mi Martos dejando buenos amigos y buenos amigos he encontrado en este pueblo donde vivo, Torre Pacheco (Murcia)

Había una vez un anciano que pasaba los días sentado junto aun pozo a la entrada del pueblo.

Un día, un joven se le acercó y le preguntó:

– Yo nunca he venido por estos lugares ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?

El anciano le respondió con otra pregunta:

– ¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de la que vienes?

Egoístas, malvados, por eso me he sentido contento de salir de allí

Así son los habitantes de esta ciudad, le respondió el anciano

Un poco después, otro joven se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:

Acabo de llegar aquí ¿Cómo son los habitantes de esta ciudad?

El anciano, de nuevo, contestó con la misma pregunta:

– ¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes?

– Eran buenos, generosos, hospitalarios, honestos, trabajadores, tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos.

– También los habitantes de esta ciudad son así, respondió el anciano.

Un hombre que había llevado a sus animales a tomar agua del pozo y que había escuchado la conversación en cuanto el joven se alejó, le dijo al anciano:

– ¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta hecha por dos hombres?

Mira, le respondió, cada uno lleva el mismo universo en su corazón, quien no ha encontrado nada bueno en su pasado tampoco lo encontrará aquí. En cambio aquel que tenía amigos en su ciudad encontrará también aquí amigos leales y fieles. Porque las personas son lo que encuentran en si mismas. Encuentran siempre lo que esperan encontrar.

TODO LO BUENO Y LO VELLO DE LA VIDA QUE NECESITAS LO LLEVAS POR DENTRO DE TI, SIMPLEMENTE DÉJALO SALIR.

Juan Rízquez Molina