Opinión

La Domótica que viene…Lara de Tucci

Lara de Tucci | No hace mucho se celebró en Madrid el Salón Inmobiliario; una feria que presenta, entre otras cosas, los últimos avances de lo que los técnicos han dado en llamar la domótica; la tecnología punta para dotar la vivienda de una inteligencia programada al gusto y necesidades de los usuarios. Una vivienda donde todo esté imaginado y realizado para facilitarle a los moradores de la misma la labor doméstica y que tengan un escape, tras las horas de trabajo fuera del hogar, hacia actividades de ocio, de expansión o, simplemente, de descanso más prolongado.

De la misma manera, amigo lector, que puede tener la información general de última hora con sólo enchufar el ordenador y acceder a Internet, sin tener que molestarse en ir al kiosco de Prensa; de la misma y fácil manera, digo, podrá dentro de poco accionar, por ejemplo, el microondas por medio del móvil desde su puesto de trabajo y darle a la comida que antes haya dejado dentro del artilugio la cocción deseada. Y quien dice el microondas, dice igualmente el lavavajillas y la lavadora, u ordenar que un pequeño robot se pasee, con unos movimientos como de juguete teledirigido, por todos los rincones del piso aspirando el polvo del suelo y dándole lustre al pavimento.

Pero dentro de todas estas ventajas y facilidades que tendrá el hogar de un futuro ya a la vuelta de la esquina -tan a la vuelta de la esquina, que ya hay quien las disfruta por ahí-, también contará con otras conveniencias incluso de mayor estimación. Sobre todo si los usuarios, viviendo solos, tienen alguna incapacidad que los haga dependientes de los demás; los de la tercera edad, y los que tienen especiales necesidades de ayuda para desenvolverse. Pues a su alcance y para facilitarle la existencia, la domótica ha ideado sistemas que, entre otras cosas, detectan escapes de agua, fugas de gas o el más insignificante conato de incendio; poniendo al instante las averías y las emergencias en conocimiento no sólo de los habitantes de la vivienda, sino, también, de los técnicos encargados de subsanarlas. Sistemas que incluso están capacitados para avisar de la eventualidad de algún intruso dentro del perímetro de la casa.

En estas viviendas, toda actividad casera estará programada por medio de livianos aunque sofisticados aparatos que se instalan en los lugares más idóneos. Como es el caso del ligero brazo articulado que le alcanza desde la mesita de noche a la cama, a quien tenga necesidad de ello, la bandejita con el vaso de agua y las pastillas a la hora estipulada para la medicación.

Claro que no se detienen ahí los avances de esta técnica de la domótica. Pues así como se puede leer MARTOS AL DÍA aunque estemos de vacaciones a mil kilómetros; también desde nuestros lugares de descanso vacacional lejos de casa, con el teléfono móvil se puede lograr que se rieguen las plantas del jardín o de la terraza; que se abra el agua de la cisterna para que el inodoro esté limpio e higienizado, y que se levanten las persianas y se corran las cortinas para ventilar convenientemente las habitaciones. O ver, a través de la pantallita del mismo móvil y para mayor tranquilidad de los desplazados, cualquier dependencia de la vivienda y comprobar que todo está en el orden en el que se dejó.

Ni mucho menos es aventurado decir, en estos tiempos en los que muchos valores se están perdiendo, que sería una domótica perfecta si, entre tanto adelanto, la técnica y la inventiva electrónica tuvieran también la ventaja de intervenir, ahora que las conductas correctas flaquean a fuerza de no practicarse, en el seno de los matrimonios que van a la deriva, para enmendar el declive de la familia y, sobre todo, para eliminar la violencia doméstica, que tampoco hay quien la pare. Pero eso no es asunto de los ingenieros electrónicos; eso es cosa de los textos de Humanidades, principalmente de la Religión, cuyos estudios desestiman cada vez más nuestra sociedad y buena parte de los representantes políticos que tenemos.



Foto Denuncia: Interior del Colegio Hermanos Carvajales

Un lector de Martos al Día nos enviaba hace unos días una fotografía sobre el estado de suciedad del interior del Colegio «Hermanos Carvajales» y hacía la siguiente reflexión en voz alta: «Hay por ahí quien pregona la no necesidad de la asignatura Educación para la Ciudadanía… Sencillamente lamentable».



DIARIO DE UNA MARUJA…Noviembre y Recuerdo

Estoy que no paro. La culpa la tienen tantos eventos como hay en este atípico mes de noviembre. Para que luego digan que, cuando se nos marchan los estudiantes, Martos es un pueblo muerto. De eso, nada. Que ahora, con los mítines, el ambiente se alegra cantidubi, como diría la resurgida Leticia Sabater, pues como sabéis, los citados mítines están dando vidilla a este amuermado mes por excelencia. ¿Que los días tan cortos te dan bajón y te deprimes? pues te vas a que te echen el mitin y arreglado. Y aunque no me gusta dar consejos, el mitin te lo tiene que echar el contrario a tus ideas, más que nada, para comparar.

Yo es que en cuestión de consejos, no soy muy dada, la verdad. Y a nada que me contradigan, se me bajan las constantes vitales y desconecto. En eso soy muy custo. Sólo que yo no me atrevo a cortarle el micrófono a nadie porque me retrotrae a otras épocas y miedo me da. Y ya te digo, con la mente despejada, puedes remontar éste noviembre que nos ocupa, que es un mes que retrotrae al pasado. Yo, concretamente, recuerdo un pensamiento memorable que ahora mismo no sé si me lo dijo mi padre o lo he escuchado decir en un mitin. En todo caso, es un pensamiento de rabiosa actualidad dirigido, según las encuestas, a ese futuro que nos espera y lo transcribo aquí por si ayuda a recordar: “Que nadie tenga tanto como para arrodillar a nadie ni que nadie tenga tan poco como para ser arrodillada” Y con esa frase como bandera, obraré. Es lo que pienso hacer el día 20: obrar. Obrar también lo aplicaba mi abuela al evacuar fisiológico, eufemismo que, al recordarlo, me retrotrae.

Los lectores dirán que me está saliendo una crónica de azúcar lerelerele un tanto retrospectiva. Yo no lo veo así. Es una manera como otra de recordar a mis queridos muertos en este mes tan suyo mientras esperamos la venida de los cigarrones. Otra expresión muy marteña que me retrotrae. Y es que ahora cualquiera se cree en la necesidad de echarte el mitin. ¡Con decir que hasta los curas se nos han hecho mitineros y a nada que te descuides, te aconsejan a quién tienes que votar…! Dato que también retrotrae, a qué negarlo.

Asimismo, este mes de noviembre recuerda el día de la no violencia contra las mujeres. A este respecto sólo diré que las mujeres seguiremos saliendo a las calles para reivindicar que nadie es de nadie, que no es otra cosa que rechazar la violencia y el maltrato hacia las mujeres, pero creo que son los hombres los que tienen que posicionarse. Para que los maltratadores vean que ya, a muchísimos de ellos, el silencio no les hace cómplices. Hombres que están dando un paso al frente, organizándose y creando asociaciones de “Hombres contra el maltrato” Desde aquí mi olé más sincero para ellos porque sin que nadie les aconseje, no permanecen pasivos ante la violencia.

Lo que sí me atrevo a aconsejaros, es un viajecito. Podréis argumentar que el citado mes de noviembre no es el más adecuado para el dispendio, pues nos estamos liquidando medio sueldo en comprar lotería por aquello del porsi, pero os recuerdo que no lleváis razón. Tal placer lo podemos llevar a cabo con los cuatro o cinco euros que el bipartito ha tenido a bien rebajarnos de los impuestos. Para llegar a Jaén, nos da.



Mejor que no crispen los Políticos…Lara de Tucci

Lara de Tucci | Entre los ciudadanos existe la creencia casi general de que, por parte de los políticos, todo vale en campaña electoral. Y, desde luego, muchos de éstos -sálvense quienes puedan- no se hacen valer con prudencia para desdecir, siquiera en parte, la adversa opinión que fomentan entre los votantes. Más bien actúan aviesamente, llevados por la astucia y la demagogia a la hora de captar votos.

Hartos estamos de comprobar a través de los medios de comunicación o directamente in situ, en los mismos mítines que se organizan cuando llegan unas elecciones, cómo incluso hay aspirantes a algún puesto político en los diferentes ámbitos territoriales que dejan bastante que desear con sus palabras poco creíbles, nada congruentes, y, además, de talante difamatorio para con los adversarios; para con los que se esfuerzan por optar al mismo puesto desde otra formación. Unos defectos que tienen bastantes de los que pretenden gobernarnos y administrar nuestros patrimonios locales, comunitarios o nacionales; crónicos defectos, en fin, a los que estamos acostumbrados. Ante los cuales los electores se comportan, generalmente hablando, de diferentes maneras, según sean las tendencias que se observen y según las simpatías que se tengan por los políticos del momento. Hay electores que, ante las argucias electoralistas de los políticos, se dejan llevar por el entusiasmo y aplauden sin reservas a quienes les mienten descaradamente.

Por otra parte están los que de alguna manera se sienten decepcionados con las frases llenas de bulos y así van perdiendo paulatinamente la confianza puesta de antemano en sus representantes. Otros, en cambio, por tener inclinaciones políticas diferentes, no soportan los engaños y, en sus crispaciones más o menos disimuladas, se constituyen abiertamente en detractores de los que pretenden cambiar las intenciones de voto manipulando datos y referencias.

El grupo de los primeros “traga”, por decirlo de alguna manera, con el aluvión de promesas que sus candidatos lanzan con habilidades muy estudiadas desde el seno del partido y no exentas de dialécticas poco o nada recomendables. Pues esos candidatos saben muy bien que a veces prometen proyectos y realizaciones que, con harta frecuencia, no aparecerán por ninguna parte después, al final de las legislaturas. Y están al tanto de la misma manera, y eso les vale a ellos, de que aunque los simpatizantes y seguidores escuchen sus discursos repletos de compromisos electorales difíciles de lograr, éstos introducirán los votos con sus nombres en las urnas con la esperanza de que, al menos en parte, las papeletas sirvan para ningunear o zaherir a los miembros de los partidos rivales.

Pero, por suerte, no todos los políticos están cortados con el mismo patrón; pues los hay que centran sus mensajes únicamente en las posibilidades que creen que les van a ofrecer las circunstancias si llegan al Poder. Éstos son los políticos, por lo demás, que no se ensañan con los de las otras formaciones y trabajan con desinterés personal, sólo llevados por la tarea de elevar el bienestar de los ciudadanos en todos los terrenos donde transcurre la vida de los mismos.

Y podemos asegurar también que son los políticos o aspirantes a serlo que con honestidad engrandecen el ejercicio de la política y ennoblecen la actividad pública; siempre necesitada de gobernantes comprometidos que estén al servicio de la ciudadanía. Ellos, fuera de los grupos de inconformistas de siempre, los partidarios de la descalificación “porque sí”, no crean divisiones en la población; rebajan considerablemente las dosis de crispación que otros por desgracia fomentan, y, por consiguiente, logran del pueblo que la confianza en los parlamentos y en los ayuntamientos se mantenga en unos niveles, por lo menos, aceptables. De ahí que cuenten finalmente con el respeto y las simpatías de todas aquellas personas que, en general, no soportan las falsedades de quienes las gobiernan o pretendan gobernarlas.



El Rincón de Paco Teva…EL VERDADERO AMOR

Raro es el día que no me quejo de las pocas, poquísimas, noticias gratificantes que vemos, escuchamos o leemos en los medios de comunicación. Es acongojante levantarnos y acostarnos, casi, con la misma jerga comunicativa que nos oprime el corazón y nos llena de zozobra, al pensar en el “puñetero” mundo en el que vivimos.

Cuando no es el sonsonete machacón de la “prima de riesgo”, que ha subido como la espuma ( no sé quién será Riesgo, pero debe ser un señor muy importante, cuando hablan tanto de su prima), es para decirnos que nuestro querido e idolatrado país está a punto de ser rescatado; da la impresión de que los países también zozobran como los barcos y hay que rescatarlos, eso sí, con euros en vez de con barcos de salvamento. También nos machacan con la hambruna del cuerno de África, pensando que nosotros los de a pié podemos hacer mucho. Que piensen en los mercaderes multinacionales que esquilman a los pobres en favor de sus insaciables bolsillos. Sin olvidar las palizas de los políticos con sus manidas y repetidas frases, que nadie entiende, pues creo que lo hacen a posta para que nadie se entere de algo que, casi nunca, es cierto. Por ejemplo: “Hay que aprovechar las sinergias de todos los grupos sociales, como acicate para avanzar en la lucha contra el desempleo y buscar los brotes verdes en el menor plazo. Y digo yo, que eso qué quiere decir en cristiano o en “román paladino”, como dirían los clásicos. Es que no sería más fácil decir que “todos tenemos que poner nuestro granito de arena y sumar, en vez de restar, como hacen ellos , sobre todo por lo que falta.

Pues bien, visto lo anterior, hoy he oído una noticia, que me ha sobresaltado y, dentro de la tragedia que supone, ha ensanchado mi corazón por la carga emotiva y de amor paternal que supone. La noticia es la siguiente: “En una carretera secundaria de la provincia de Córdoba, exactamente una, que va de Cabra a Castro del Río. Una carretera estrecha, con muchas curvas y sin quitamiedos en muchos trozos, un coche se ha salido de la carretera y ha caído en una fosa profunda. Los bomberos, que han intervenido para sacar a las víctimas, se han encontrado el cadáver de un hombre joven abrazado a su hijo de tres años, que ha salvado la vida. Ingresado en un centro hospitalario, está fuera de peligro.”

Me he quedado, cuando menos, conmovido y sin saber qué decir, con las lágrimas saltadas y un nudo en la garganta. Metiéndose en la piel de ese padre, se comprende cómo el hombre no pensó en él, sino en su hijito y su gesto de amor y de cariño le salvó, casi seguro, la vida. Qué prueba y qué muestra de amor tan sublime la de ese padre y qué ejemplo de amor paternal. Creo que este suceso, escuchado hoy, me gratifica y me compensa de tantas noticias malas y baladíes en la mayoría de los casos.

He traído a colación este tema, porque me ha tocado todas mis fibras sensibles y creo que es un tema para reflexionar: el amor de los padres para con sus hijos. Decía un sociólogo y gran filósofo que el amor de los padres es siempre mayor que el amor de los hijos. No sé si será verdad, pero esto demuestra con creces que puede ser así.

Es de esperar que a este hombre le pongan alguna medalla, aquí en esta vida, y yo la reivindico desde aquí, pero la que sí se ha ganado es la medalla del respeto y consideración de todos. La medalla de las lágrimas ajenas y de la alegría de corazón de sus semejantes.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho



DIARIO DE UNA MARUJA…Empezando Noviembre

Gracias, amigos y amigas, muchas gracias por vuestras palabras de ánimo. Mil gracias porque siento sobre mi persona vuestras miradas cómplices, hecho que os agradezco en toda su valía. Por ellas sé que me habéis leído. El que también lo tiene que saber, es el administrador de esta página, pues las visitas están subiendo como la espuma sin necesidad de incluir en los comentarios violencia verbal. Y digo esto porque los comentarios de algunas páginas de éste Internet que nos gobierna, no son ya subidos de tono, sino claramente violentos, destilando un odio antiguo, ancestral y mezquino, escritos con la impunidad que da el anonimato, rifirrafes con una virulencia que, al leerlos, da pavor. Lo que me lleva a pensar que la crisis no está siendo sólo económica, sino de valores.

Y aunque ahora no nos demos cuenta, esa violencia nos divide, está ahí, la estamos fomentando y dentro de poco, nos pasará factura. Esta es una reflexión que yo me hago, así, a lo tonto, en éstas mis crónicas de azúcar lerelerele por ver si alguien me secunda. Podéis estar o no de acuerdo conmigo, pero de esta manera lo veo y creo que no voy descaminada. Como tampoco voy descaminada, queridas amigas, (parezco la mítica Elena Francis de aquella radio en blanco y negro) al decir que hagáis un esfuerzo y asistáis a la Escuela de Aceite. Y no sólo porque el bipartito haya tenido la buena idea de continuar dicha Escuela que el gobierno socialista comenzó hace dos años, (ya que no lo dijeron ellos el día de la presentación, aprovecho esta página para recordarlo) sino porque el tema de nuestro aceite, se lo merece. Creo que un marteño, una marteña, tiene que saber la diferencia que hay entre un virgen extra y un aceite de oliva, por poner un ejemplo.

Para vender nuestro aceite, tenemos que conocerlo y, mismamente aprender de los asturianos vendiendo su leche Esa es una verdad como un templo. La mencionada Escuela del Aceite de Oliva Virgen, se imparte en las instalaciones de la Cooperativa San Amador y es gratis. Y hablando de gratis, lo que parece que va a cambiar dentro de poco, según está rulando por ahí, va a ser la Sanidad Pública. Dicen que la privatizarán. ¡Nos ha jodío…! Perdón por la interjección copulativa, queridas amigas, pero el tema tiene enjundia y se me ha escapado. La culpa la tiene Sálvame, esa escuela de humanidades de la que soy acérrima defensora, pues habéis de saber que viendo dicho programa, se aprende mucho.

Yo, concretamente, he pasado de ser una redomada pusilánime, a tener la rapidez mental de la que antes carecía. Y a nada que me digan, suelto una verborrea exaltada y sin sentido que para sí la quisiera un concejal de cultura. No os digo más. A la presente me remito. Otra escuela, no sé si de moderación, de creatividad, de buenas prácticas o simplemente de sensatez, es la de la crisis. Ya lo dijeron los expertos en su día: la crisis nos hará cambiar de mentalidad. De mentalidad no sé yo, visto lo visto, pues cuando nos hablan de retrocesos en las conquistas adquiridas con tanto esfuerzo, nos resistimos a dar nuestra confianza al que las propugna. Tanto es así que, cuando me piden unos céntimos por las bolsas del súper, me revelo y me sale el concejal de cultura que llevo dentro, con su violencia verbal incluida y, ¿qué creéis que hago? Pues sacar del cajón las talegas del ajuar, so mal pensadas…



Foto Denuncia: Avenida Fuente de la Villa, Ciudadanos de Tercera

Francisco Raul Melero | Con en estas fotos que expongo a los lectores, quisiera denunciar el mal estado del cuidado y conservación en el que se encuentra una zona en particular de una de las vías mas transitadas por los marteños…. Nuestra querida M-30, Creemos que lo de M-30 es por ancha y larga , pero creo que pusimos el nombre por otros parecidos a una carretera con mini socavones, grietas, mal asfaltada, suciedad extrema, escombros y poca iluminación en algunos sitios.

Me centro mas que nada en la explanada que hay al lado de los pisos de la «pantera rosa», que ahora están de amarillo. En esa «explanada», que es un barrizal, podemos encontrarnos en mitad del casco urbano, como unas 4 o 5 ruedas viejas, piezas de coches rotas, piezas de aparatos de aire acondicionado, y millones de bolsas tiradas, ademas de escombros, un mini vertedero de hierros en las fincas colindantes y sepa Dios lo que haya por ahí escondido entre tanta maleza que parece la selva amazónica, terreno de nadie, y no dejemos atrás el lujoso acceso al camino ancho con esas escaleras en perfecto estado que cualquier día pasará una desgracia…. y su lustrosa iluminación que todos los vecinos descansarán cuando dejan sus coches o camiones ahí aparcados, como para dormir tranquilos.

En estas fotos también expongo la esquina de el bloque nº3 de los pisos de la «pantera rosa», donde se puede apreciar que algo esta fallando debajo de esa acera doblada.., ¿un posible socavón de nuevo? ¿Estará el Ayuntamiento de Martos dispuesto a Arreglar ya de una vez la famosa obra del arroyo? o tendremos que esperar a salir en la televisión, en titulares, «Nuevo socavon en Martos» o «fallecen…» ¿quien sabe? todo es posible en un terreno tan irregular, y que ya que han empezado a gastarse el dinero por la parte de arriba de la M-30, que sigan hacia mas abajo porque esa calle se esta hundiendo poco a poco, con darte un paseo por las aceras es suficiente para ver la ondulación de la avenida.

El Ayuntamiento o el encargado de estas cosas debería tomar cartas en el asunto y antes de que pase nada, intentar dar solución a las necesidades de esta avenida, si es bueno para Martos, sera bueno para todos.



El Rincón de Paco Teva…EL VERANILLO DE TODOS LOS SANTOS

Los últimos días del mes de septiembre han sido siempre un añadido del verano y hemos disfrutado de un veranillo, el “Veranillo de San Miguel”, mucho más suave que en los rigores del estío propiamente dicho. Esto ha permitido a muchos, que no han podido veranear en los meses de julio o agosto, disfrutar de la playa o de la montaña con un clima excelente y sin los agobios de esos meses típicos y tópicos de veraneo. A mí, particularmente, me gustan más los meses de julio y agosto, será porque soy masoca, pero hay mucha gente que prefiere septiembre, por haber menos aglomeración de turistas en los sitios de veraneo y porque el clima es más benigno. También, y todo hay que decirlo, los precios son inferiores a los que se manejan en esos meses centrales del verano, la llamada “Temporada Alta”, aunque, para la calificación de los hoteles, septiembre, también, está incluido en ella, sin embargo en la práctica los precios bajan. Eso ocurre y ha ocurrido en la generalidad de los años, no obstante llevamos algunos, no sé si será ese tan traído y llevado “cambio climático”, que, como ocurre éste, estamos en las terrazas de los bares a fecha treinta y uno de octubre y muy a gusto y con una ropa liviana, porque si nos abrigamos un poquito, inmediatamente tenemos calor.

Verdaderamente si todo el año tuviéramos un clima así, sería un paraíso, es mi opinión. Pero, claro, las cosas no son tan sencillas, ni tan obvias, pues, como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos y si el buen tiempo conviene a los empresarios de hostelería, a vendedores ambulantes, camioneros, albañiles etc., y, como no, para todos nosotros que el buen tiempo nos permite pasear, hacer deporte etc. No es lo mismo para nuestros agricultores, que dependen del agua para que la cosecha de aceituna sea importante y gratifique los esfuerzos de todo el año. Es necesario, en los prolegómenos de la recolección, que llueva y la aceituna gane peso y aceite antes de que sea recogida y molturada, máxime cuando, ahora, los entendidos en las nuevas tecnologías agrícolas, consideran que el aceite de más calidad es el que se obtiene de la aceituna, aún, un poco verde. Para estos agricultores de vanguardia la recolección está a punto de comenzar. Por todo ello, y aunque sea un sacrificio para muchas personas, es necesario que cambie el tiempo y llueva, llueva con abundancia y sin producir daños que malogren una cosecha esperada a lo largo de un dilatadísimo año de mimos y cuidados casi paternales.

Quiero acabar este artículo aconsejando paciencia para todos los que desean el buen tiempo y no lo tienen y los que desean que cambie y no cambia , pues en esto si que nuestro margen de actuación es limitado, será lo que Dios quiera y tendremos que seguir acatando sus designios.

Os presento, como hermoso epílogo, un sencillo poema que refleja mi visión de mi pueblo y de mi barrio en este tiempo de otoño, que, a pesar de su aparente tristeza, para mí es evocador y de una sutil belleza.

DESDE MI VENTANA

Desde mi ventana veo el cielo azul,
los pájaros que cantan la hermosa
melodía de la paz, la vida y la quietud.

Las hojas, con su oscuro verdor,
contrastan con la plata de los troncos:
espejos que quieren expandir el Sol
en un abanico de hermoso resplandor.

Siento que mi corazón se quiere derramar
para inundar con sus pétalos de amor
la limpia hermosura de una mañana otoñal,
que me aleja, en una sublime ilusión,
de la realidad pérfida y vulgar
de un día cualquiera, con su trágico pasar.

Los tibios y brillantes rayos de Sol
reverberan en los rojos ladrillos,
que exhalan como un vaho misterioso,
y espejean en la recatada albura
de una multitud de fachadas, escalonadas sin fin,
como rocas caprichosas, que van buscando la luna.

Desde mi ventana quiero recibir intacta
la nueva canción del calor, la luz y la alegría;
no quiero los falsos acordes del fragor
de la guerra, el hambre, la muerte y el horror.

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho

Imagen de la Aceituna cortesía de landahlauts



El «Más Allá»…Lara de Tucci

A Manuel Higueras Ávila, in memoriam.

Lara de Tucci | Es verdad que la cuestión del “más allá” nos la planteamos todos los humanos más o menos seriamente muchas veces a lo largo de nuestra existencia; bien en privado, bien con familiares y amigos cuando alguien del entorno destapa el tarro de ese misterio insondable para nuestro cerebro. Pero es por la fiesta de Todos los Santos cuando las gentes de nuestra cultura profundizamos a cerca del tema con mayores indicios de racionalidad.

Y eso que con la moda de las incineraciones, no muy asumidas todavía por las mayorías, hay quienes apuestan por correr un tupido velo -nunca se va a conseguir eso ni siquiera incinerando los cuerpos- entre las realidades de este mundo y el “más allá”, con objeto de que sus mentes se ocupen sólo de las facetas de esta vida; las facetas terrenales.

Terrenales sí. Pero, si no son las efímeras realidades de todo lo que nos rodea y que están delante de nuestros ojos, ¿cuáles son las realidades que nos hacen pensar en el otro mundo? ¿No está nuestro pensamiento inmerso en el “más allá” cuando ponemos un lindo ramo de flores sobre una tumba o delante de un nicho? ¿No pensamos en la vida de ultratumba cuando estamos aturdidos porque no conseguimos llenar el abstracto hueco que un ser querido ha dejado entre nosotros? Y eso que en dicho hueco muchas veces son los dolientes quienes intentan introducirse para hacerlo, de ese modo, más soportable si eso es posible.

Con los enterramientos tradicionales o con las incineraciones de moda, el “más allá” nos acompañará mientras vivamos en aquello que aquí nos anima, y así, hasta que lo experimentemos cada uno de una forma particular y personal. Además no deja de sorprendernos su compleja realidad de fenómeno tan colectivo y universal como colectivo y universal es el antro -hablando en sentido metafórico y profano- donde se incluye edificado de insustancial eternidad.

Pero para nosotros los cristianos, también para los judíos y mahometanos, y también para los de todas las otras religiones que no están influenciadas por la reencarnación, el “más allá” es una meta situada al final de este estadio olímpico en el que corremos masivamente sin poder eludir los obstáculos que cada uno encuentra al correr la distancia que le es propia. Y tan masificada está la carrera, que son olas de mareas humanas las que compiten en pos del fin de la prueba.

Los obstáculos de tal carrera son ciertos, y muchos, de envergadura (guerras, hambrunas, injusticias, desajustes sociales, odios, rencores…Eso, sin contar con las enfermedades y los desastres naturales); con esa configuración de tremendismo que la maldad del hombre es capaz de imprimir a los acontecimientos del día a día por el ancho mundo. Así, hasta el final; hasta que los músculos de la condición física y, sobre todo, moral pierdan la energía de proseguir, aunque sea andando, y la energía de levantar escollos donde los semejantes tropiezan y caen una y mil veces.

Decía antes que aquí, en esta carrera global que suponen nuestras vidas en acción, es donde recreamos el “más allá”; que nos recogerá a todos y en el cual pensamos porque quisiéramos que fuera inalcanzable. Craso error si estuviera en nuestras manos conseguir tal propósito. Pues sería una descomunal desventura dar mil rodeos en la misma pista para alcanzar la meta; ya que en tales rodeos nos toparíamos una y otra vez con las penalidades ya antes experimentadas, y entonces los contratiempos nos sacudirían con machacona repetición en cuantas vueltas diéramos.

El “más allá” -sus incógnitas nos deben estimular a los creyentes a través del mensaje evangélico- está ahí. Es una meta llena de ventura eterna; que espera a quienes, principalmente, corren en el estadio de la vida a la misma vez que, con esfuerzo superior, van reduciendo los obstáculos de la prueba para que los que van junto a ellos y los que les sigan detrás encuentren la pista expedita de las dificultades que constantemente nos vienen entorpeciendo la marcha inexorable. Que, por otra parte, también son dificultades que nos avisan de que Dios nos está esperando al traspasar la línea de llegada.



Foto Denuncia: ¿Promoción Turística?

M. Caballero | En la pasada campaña electoral, varios de los partidos políticos de nuestra ciudad llevaron (unos mas que otros) en sus respectivos programas electorales, promesas sobre la promoción y sobre una posible explotación turística de nuestra ciudad .

Sin embargo, del dicho al hecho, me temo, hay un gran trecho y la triste realidad hoy es que la infraestructura turística de nuestra ciudad se encuentra denostada, olvidada y sobretodo maltratada.

Tal y como muestra la fotografía:

Francamente yo no me considero un experto en turismo, aunque si puedo decir, por así llamarlo, que soy un gran consumidor de este y a mi entender, para poner en marcha un proyecto turístico antes de nada se deben aprovechar los recursos disponibles y desde ese punto partir…

¿Que clase de proyecto turístico se intenta poner en marcha en nuestra ciudad, si tenemos señalizaciones, indicadores y paneles orientativos como el que aparece en la foto, que sirven para todo, excepto para el uso que realmente fueron creados?

¿De que sirve que la Diputación, Asociaciones de desarrollo comarcal y distintas entidades, se gasten ingentes recursos en intentar crear y promocionar el turismo, crear rutas temáticas, etc, si luego las tenemos en este estado?

Me consta que esta situación en épocas pasadas ha sido denunciada por el Ayuntamiento, ya que está claro que se le está dando un uso muy lejano al que se debería.

Lo que me sorprende y mucho, es que el Ayuntamiento, que debería ser el principal y el primer interesado en velar por el buen estado de esta señalización, sea el que esta utilizando indebidamente este material turístico…

En muchos municipios que nos rodean y que haciendo honor a la realidad, nos aventajan en lo que se refiere a este sector, esta situación supondría una severa llamada de atención e incluso una multa …

Triste que en Martos no se defiendan estas cosas del mismo modo.

Supongo que los posibles turistas que visiten nuestra ciudad están obligados a traerse un mapa y echarle paciencia, visto lo visto.



Trini Pestaña… Vuelve el DIARIO DE UNA MARUJA, en Martos al Día

Hola, amigos y amigas. Vuelvo a las andadas. Quiero decir que regreso a los medios, como ahora se dice, esto es, a mis comienzos reporteriles. Y lo hago con el mismo encabezamiento que tantas satisfacciones me aportó en la otrora desaparecida revista marteña Día a Día; pues creo que, en este sentido, en el de salir a las calles de nuestro bendito Martos y contar lo que está pasando, hay un hueco vacío que está deseando que alguien lo cubra. Y he pensado que ese alguien podría ser servidora, abanderada Maruja desde hace lustros. Y no creáis, se me han venido a la sesera multitud de encabezamientos para este mi retomado quehacer periodístico, como por ejemplo ”Gota Malaya”, pero luego pensé que ese título ya estaba cogido por otra marteña y lo deseché por aquello del plagio. Me coge la buena mujer copiándole el alias o mejor, el nombrajo, que me gusta más por ser un palabro más nuestro, y me da miedo pensar lo que pudiera llegar a hacerme. Además de que ese nombre me retrotrae a épocas medievales ¡y me da un yuyu…! ¡Quita, quita! ¡Será por títulos y titulillos! De manera que ya lo sabéis, queridas mías, me quedo con Diario de una Maruja. Desde ahora, Diario de una Maruja os hará las crónicas de azúcar lerelerele de casi todo lo que sucede en nuestro amado pueblo. Y digo casi todo porque me sería imposible, aunque quisiera, dar cuenta de todo lo que está pasando en Martos. ¡Son tantas cosas! Crónicas en clave de humor, por supuesto. Que para tristezas, ya tenemos bastantes con las que vemos a diario más las que cada cual arrastra.

Cierto es que este medio no es el soporte más idóneo para que mis queridas congéneres, (las muchas abanderadas Marujas que me demandan, desde que la mencionada revista cerró, que les cuente noticias y más noticias) puedan seguirme en mi andadura, pues Internet no es su fuerte, (gesto que yo, personalmente alabo, puesto que a las amas de casa nos falta tiempo material para todas las actividades con las que rellenamos nuestra vida). Pero todo se andará. Nada tiene que me las haga imprimir en soporte papel y, a modo de octavillas, las haga circular por todo Martos. Sí, porque temas humorísticos, los hay a montones, y más ahora. Y es que… ¡cómo somos los marteños! Yo es que me troncho, empezando por mí, pues, como sabéis, el humor debe empezar por reírnos de nosotros mismos. Yo así lo hago, y nada más empezar el día, el espejo y yo somos un taller de risoterapia, de los que ahora imparten por doquier. Así que si a alguno se le ocurriera minar mi autoestima poniendo en evidencia mis defectos, que sepan que a estas alturas ya me los sé y los tengo asumidos. Y es que como digo, a nada que nos raspen un poquillo, los marteños somos cachondos hasta el paroxismo, hasta decir basta y basta. Unos más que otros, también hay que decirlo. Que las gracias de la Madre Naturaleza, parecen repartidas a lo loco.

De lo último que me he enterado y que pongo en vuestro conocimiento, aunque sé que hace días que está rulando por todos los mentideros, es el caso de la Casa del Pueblo II. En dicha casa, sita en la calle Triana, dicen que hay más socialistas que en la titular. Y el bipartito, que lo sabe, ha decidido tener el detalle de engrosarla aún más. Así, todos juntitos, como en los guetos. Ahí tenéis una muestra del humor que nos gastamos. De antología antológica. Humor del bueno, aderezado con una pizca de mala leche, una chispilla de retranca, un pellizco de represalia y dos repurgos de resentimiento. Es el que mejor resultado nos da, y a mí, que se me pega todo lo que veo, voy a ver si lo copio. En ello estoy. Por lo pronto, pongo mi repurgo a vuestra disposición. Y en la próxima entrega, el siguiente.

Foto: Juan Carlos Fernández



Audaz reflexión para la historia…Lara de Tucci

Con esta entrada sobre la Reconquista, que sin duda dará que hablar, estrenamos columna de Lara de Tucci en Martos al Día. Quincenalmente nos traerá sus reflexiones y escritos a esta ventana. Bienvenido y gracias, Antonio. Recordamos que, respetando la libertad de opinión y de prensa, las opiniones vertidas tanto por Lara de Tucci como por el resto de colaboradores corresponden a sus autores exclusivamente y este medio no tiene por qué compartirlas.

Lara de Tucci | En la proximidad del día de la Hispanidad podemos descorrer el velo de los tiempos y situarnos en el 2 de enero de 1492; fecha en que los Reyes Católicos, tras la toma de Granada, pusieron fin a la dominación árabe en nuestra Península Ibérica. Fecha que quedó grabada con caracteres indelebles en nuestros anales, ya que fue la que clausuró ochocientos años de generosidad y de valentía ejemplares por parte de muchas generaciones. Virtudes estas (en ocasiones, manchadas por la desidia, por el abandono e, incluso, por la traición: defectos que también anidan en la condición humana) que nunca dejaron de profesar los españoles que intervinieron en la Reconquista, y que fueron casi todas las personas de aquellos siglos. Pues hay que hacer constar que pocos nuestros antepasados de entonces se libraron de participar, cada cual según sus posibilidades y su rango, en la causa común de expulsar a los musulmanes de nuestro territorio.

Tras la tristemente célebre batalla del Guadalete, el 19 de julio del año 711, en la que Don Rodrigo fue derrotado junto al lago de la Janda, y la rápida expansión por las tierras hispanas de los hijos del desierto, un grupo de esforzados cristianos se refugió en las montañas de Asturias -la tradición dice que bajo la protección de la Virgen de Covadonga- y, al mando de Don Pelayo, los componentes del mismo iniciaron una contraofensiva que no cejaría hasta la recuperación, muchas generaciones después, del suelo ibérico en su totalidad.

La Reconquista fue una empresa que deja atónitos a cuantos, desde la perspectiva de nuestros días, la contemplan a través del enorme conjunto de documentos que nos la reflejan. Y eso que nunca se podrá plasmar, con total exactitud, el gigantesco esfuerzo que requirió de los hispanos de entonces: la cantidad y la magnitud de los sucesos que la configuraron y que tan felizmente la culminaron, jamás llegarán a contarse con la precisión y justicia que con toda seguridad merecieron.

Téngase en cuenta, además, que, durante ese extenso período de tiempo, España nunca dejó de trabajar por la Cultura y por el desarrollo de muchas actividades. No sólo eran el derroche de energías, el valor y el derramamiento de sangre que la expulsión de los invasores exigía, sino que, en épocas de paz, había también que sacar fuerzas de flaqueza para sentar las bases de lo que iba a ser el imperio más grande de la tierra. A las luchas titánicas, donde se posponían todos los intereses materiales para que prevalecieran los de la fe y el corazón, les sucedían grandes empresas de otra naturaleza: fundación de Universidades; construcción de hermosas catedrales y otros monumentos; multiplicación de manuscritos para la difusión del Saber; planificación del urbanismo en las ciudades; apertura de caminos; impulso al comercio y a los gremios artesanales; roturación de nuevas tierras… Todo, sin descuidar la administración publica; para lo cual, los diferentes monarcas convocaban a los nobles y a los representantes de los concejos a Cortes. Después de derramar la sangre, había que verter el sudor para que éste restañara las heridas de la guerra. Y luego, vuelta a empezar: eran unos ciclos que se sucedían ininterrumpidamente, reclamándoles a los hombres todo el sacrificio que los acontecimientos iban requiriendo de ellos. En ocasiones, ni siquiera se contaba con el lapso de tiempo suficiente que permitiera el descanso del cuerpo y el sosiego del alma entre las actividades de la guerra y los trabajos de la paz: la coraza, la loriga, la espada y la ballesta eran compañeras inseparables del cetro, de la mitra, de la pluma, del cincel y del arado.

Fue la Reconquista un empeño formidable que bullía en la mentalidad de todos los hispanos que vivieron aquella dilatada época, a los que muy bien les podría venir el calificativo de mitad dioses, mitad héroes. Tanto es así, que se puede afirmar que tal proeza supuso para España un difícil y complicado embarazo que terminó con el alumbramiento de América. Y, a fuer de ser audaces, se puede añadir que la colosal hazaña del Descubrimiento, así como las posteriores colonización y civilización del Nuevo Mundo sólo pudieron ser realizadas por el pueblo español; a quien Dios había ido forjando con un severo e inflexible ejercicio de ánimo durante ocho siglos de batallar incesante. Opiniones estas que se sustenta si sopesamos todos los hechos de la Reconquista a través del prisma de la Fe, antes aludida.

Hoy, cuando el mundo se desenvuelve fuera de la órbita religiosa, cuando a todas las cuestiones se les busca una respuesta humana -aunque a veces es imposible encontrarla por este método-, resulta difícil imaginar a Dios interviniendo en asuntos de tal naturaleza. Pero, por mucho que se persiga una explicación convincente al descubrimiento de América, desestimando los planes divinos, no acierta uno a dar con la fórmula que provocara la histórica proeza. Pues para realizarla hacían falta unos seres -los españoles-, cuyo espíritu estaba templado en el yunque de un sacrificio ocho veces centenario; alentado el ánimo de todos ellos por la esperanza en Dios y agigantado su genio combativo en las formidables luchas de la Reconquista. De otra manera, ¿cómo sólo un puñado de estos hombres -en el sentido coloquial de la palabra- hubiese sido capaz de dominar primero y transmitir su sangre y su cultura después a los indígenas de unos territorios cuya superficie sobrepasa en más de veinticinco veces la de la tierra que los vio nacer, y con unos accidentes geográficos tan pronunciados, que, comparados con los de España, hacen de la mayoría de éstos simples desniveles de terreno?



Un marteño desde Murcia…LOS BANCOS DEL PASADO

Hoy quiero hacerle funcionar a mí memoria rebobinándola a los años cuarenta y algo de los sesenta, sobre todo hasta que empezaron los ordenadores, referente al trabajo que hacían los empleados de los bancos.

Yo recuerdo, a partir del año 1927 que yo nací, los bancos que había en Martos, y todos, menos el Central, que sigue estando en el mismo sitio que ocupa hoy, en la Fuente Nueva, hoy reformado, los otros dos, el Hispano Americano en la calle San José y el Español de Crédito en la calle real, donde hoy se encuentra la sede del partido socialista. En aquellas fechas el noventa por ciento de los negocios de Martos estaban ubicados empezando por la Fuente Nueva, calle Campiña, Llanete, Real de San Fernando, plaza del Ayuntamiento y calle De la Fuente, pues no existía polígono ni nada, solamente la vega agrícola y algunas industrias de cerámicas y cemento.

Pero a lo que quiero referirme en este articulo, al sistema de trabajo que se realizaba en aquellos tiempos en los bancos. Estaba el director, el interventor, el empleado y el cajero, para estos empleados había uno que era el ordenanza, que su trabajo consistía en transportar documentos de una mesa a otra, era el único que tenía su uniforme con sus botones dorados con el anagrama del banco al que pertenecía, por este motivo le decían “el botones del banco”.

Pero había otro empleado que también llevaba uniforme era, el cobrador de las letras a domicilio. Este empleado también llevaba uniforme del banco al que pertenecía, aunque quiero recordar que llevaba su gorra. Recuerdo el del Banco Hispano, era azul marino, chaqueta cruzada con sus botones dorados y su anagrama del B.H.A.. Quiero hablar de esta persona, que de todos era muy conocida, pero será como dice la televisión después de los anuncios, o sea cuando describa a los del Banco Central y Español de Crédito.

El cobrador del Central era Caballero, hombre muy agradable y muy conocido, su uniforme era gris con sus botones dorados. El del Español, Valdivias y quiero recordar que el uniforme también era azul, más claro o más oscuro.

¿Quién no conocía en Martos a MANUEL TEVA MELERO? Padre de nuestro buen amigo y marteño, FRANCISCO TEVA JIMÉNEZ ¡¡Cómo andaba, era más correr!! Era el cobrador del Hispano Americano. Todos estos señores que nombro, eran conocidos por su nombre y el del banco que trabajaban, por lo tanto preguntar en Martos por MANUEL TEVA tenías que decir EL DEL BANCO HISPANO.

Yo tenía buena amistad con él, ya que nos ha acompañado a nuestras cacerías a Sierra Morena muchas veces, con Luis Jimeno y Antonio López, incluso tengo que buscar alguna foto que creo tengo con él.

En este trabajo surgían muchas anécdotas ya que la responsabilidad de tener que pagar una letra era cosa muy seria y más si decía el cliente que la devolvieran como le pasó una vez lo siguiente. Como ya he dicho, no había ordenadores solamente el comerciante tenia un pincho de alambre en el que colgaba la factura pendiente de pago, y otro pincho la factura pagada con su letra correspondiente. Llega nuestro amigo Manuel Teva, con su carpeta de cuero rectangular, le da al cliente la letra y se la devuelve diciéndole que la devuelva diciendo, LA FACTURA CORRESPONDIENTE NO ESTÁ EN EL PINCHO.

Este empleado de Banco, tenía su trabajo en el cobro de letras a domicilio, también tenía una misión muy importante por conocer el movimiento económico de los negocios, debido a su visita a ellos, cosa que le servía al director, como asesor y persona que lo ponía al corriente en la solvencia de cualquier nuevo cliente que necesitaba crédito de ese banco

Que sirva este recuerdo, para esa persona que era un buen amigo mío, MANUEL TEVA MELERO.

Juan Rízquez Molina



Foto Denuncia: ¿Polígono Industrial o Basurero Incontrolado?

Miguel A.C | En los últimos tiempos están apareciendo muchas noticias que tratan sobre nuestro polígono industrial y sobre su ampliación.

Sin embargo, en torno a nuestro polígono también están surgiendo otras «noticias», que si bien extrañamente no aparecen en ningún medio de comunicación, bien merecen la atención de todos los marteños y de los muchos ciudadanos que pasamos parte de nuestras vidas trabajando en él y que por tanto dependemos de él. Y es la pésima y lamentable imagen que muestra y mas aun su ampliación.

Dar un simple rodeo por éste supone encontrarse con parques convertidos en herbazales, donde se apilan basuras, restos de poda olvidados y todo tipo de materiales de desecho.

Recorrer sus calles supone encontrarse con incontables montones de basura en los que se apilan muebles viejos, electrodomésticos antiguos, escombros, basuras y sacos de materiales industriales rellenos de cascotes…lo mas grave es que lo que muestro en las fotografías no enseña nada nuevo, esos «desechos», por calificarlos de algún modo, no llevan allí ni un día, ni dos, su estancia se está alargando en el tiempo, sin que nadie mueva un dedo por remediar esta situación.

Esto en el actual polígono.

Si nos desplazamos a la ampliación, nos encontramos con un erial, donde la gran mayoría de sus solares se están transformando en escombreras descontroladas y donde encontramos también unas áreas de recreo en las que la basura cada día ocupa mas parcelas de terreno.

Sin embargo, lejos de lo que pudiera pensarse no es este un acto de incivismo. La gran mayoría de las personas que visitan estos lugares como puede apreciarse a simple vista usan, a falta de contenedores, las papeleras (con excepciones, no hace falta decirlo, gente guarra la hay en todas partes) pero puesto que las papeleras no son vaciadas, éstas están rebosantes de basura que se acumula en grandes cantidades a sus alrededores.

Sin duda es una imagen lamentable, que deja en muy mal lugar a nuestro potente polígono industrial. Una imagen que vale mas que mil palabras.

¿De que sirve tener buenas industrias, con renombre, que den una imagen óptima al posible visitante si éste, antes de llegar se encuentra con esta situación?

¿Que imagen da nuestro centro tecnológico del plástico con unos parques justo al lado llenos de basura?

¿Donde quedo la conciencia ecológica?

¿Donde quedo la limpieza mínima de el pueblo y sus leyes ambientales?

Lo dicho, una imagen que vale mas que mil palabras.



El Rincón de Paco Teva…MOSTACHONES DE UTRERA

Estoy disfrutando los primeros días de septiembre en Sevilla, en casa de mi hijo y esposa y con la compañía de mi nieto Jaime. Aunque un poco calurosos, estos días tienen el encanto de disfrutar del verano sin el agobio del calor de julio y agosto. Es cierto que, por la noche, refresca bastante y es una delicia salir y disfrutar del ambiente de Sevilla.

Durante el día, mi mujer y yo, andorreamos mucho con mi Jaime, que tiene diez meses y va, todavía, en su silla. El va observando por donde quiera que vamos y, a pesar de su corta edad, se divierte mucho.

Camino de la guardería de mi nieto (hacemos camino de ida y vuelta), yo, también, observo y voy a narrar algo que me ha ocurrido y que se ha ido repitiendo todos los días. Es algo curioso y que me ha hecho buscar en INTERNET para tener una información amplia y fidedigna.

En nuestro itinerario diario, pasamos por la Ronda, que circunvala Sevilla y tiene varios nombres según el sector. Bueno, pues en nuestro recorrido nos encontramos con el Centro de Salud María Auxiliadora. Frente a la entrada del centro hay un semáforo, motivo por el cual es punto de parada para mucha gente. Esto, unido a quienes de hecho acuden al centro, hace que sea lugar de cita para vendedores ambulantes, que en Sevilla son abundantísimos, bien por el espíritu comercial de los sevillanos o porque la crisis, con sus agudas consecuencias, hace que proliferen como los hongos.

La cuestión es que allí se dan cita los que venden calcetines, bragas y sostenes, piezas de repuesto para las máquinas de coser, vendedores de la ONCE y de la Lotería Nacional y algo que me llamó mucho la atención, que no había visto nunca, pero me sorprendió sobre todo por la forma de ofrecer la mercancía. Transcribo, como puedo, las frases hechas y que se repetían una y otra vez: “mostachositos de Utrera, para el desayuno y la merienda, para regalar a la familia, para reponerse de los analises, que aquí te chupan la sangre como vampiros.”

Después de oír esto varios días, me paré para ver qué era aquello. Me dijo el vendedor, con toda naturalidad: “son mostachones de Utrera, riquísimos, frescos, recién hechos, dulces típicos de Utrera.

Compré un paquete para probarlos y, ya, en la casa, consulté en Internet ( qué alegría poder disponer de este medio tan apasionante) y me enteré, con fotos y todo, que el Mostachón de Utrera, que esa es su denominación, es un dulce tradicional y representativo de la gastronomía de esta localidad sevillana. Es un tipo de bizcocho, aplanado, parecido a las famosas tortas de Alcázar, pero más pequeño. Consiste en una masa pastosa, que se cocina sobre un papel de estraza, en un horno de leña. Así vienen en las cajas, que venden, con su papel y hay que despegarlos con el peligro de que, a veces, se rompan. Sus ingredientes son: huevos, azúcar, harina y una pizca de canela. Luego de hablar con algunos sevillanos de pura cepa, me enteré que son muy famosos y hay una industria local bastante importante.

Hay otros eventos, que han ido tomando cuerpo con motivo de esta fama culinaria del “mostachón”:
Uno de ellos, y a pesar de que en Utrera existe el festival flamenco “El potaje Flamenco”, que se celebra en el colegio de los salesianos, es el Festival de Flamenco “Mostachón de Utrera”. Tengamos en cuenta que Utrera es cuna del arte flamenco y de importantes cantaores y cantaoras y donde hasta el aire que se respira sabe a mostachones y a cante jondo. En Cataluña, seguramente por el número de utreranos, que hay allí, también, se celebran desde hace algunos años este festival del Mostachón de Utrera y con bastante éxito de participantes y de audiencia.
Otro importante acontecimiento, que lleva algunos años celebrándose, es la “Milla del Mostachón de Utrera”, donde se dan cita famosos atletas y que, cada año, adquiere mayor atractivo. Hay un circuito de 800 metros de ida y 800 de vuelta, en sombra, pues su celebración es en septiembre, cuando todavía hace calor.

Bien, he querido poner a vuestra disposición estas curiosidades, pues, aunque estamos en el mundo de las comunicaciones, habrá muchas personas, como yo, que no sabrán lo que son los “ Mostachones de Utrera” y todo lo que ha ido surgiendo a su alrededor. De todas formas, y aunque pueda no ser de vuestro interés, un saludo desde Sevilla y muchas gracias por leerlo.

Enlace: RECETA de los «Mostachones de Utrera»

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Francisco Teva Jiménez
Maestro / Lic. en Derecho